Huele a elecciones en San Rafael, a fin de legislatura (e incluso de circo, por la posibilidad cierta de que la próxima legislatura cuente con nuevos protagonistas, nuevos partidos, por allá).

Y por eso, los debates parlamentarios, lunes tras lunes, se llenan de alusiones a las próximas elecciones.

Si pasa en un lunes cualquiera, era previsible que esta tendencia llegara a su culmen en el debate de la enmienda a la totalidad de los presupuestos de Cantabria para el año próximo, que se ha convertido en un debate sobre el estado de la legislatura.

Los presupuestos son las grandes cuentas de la comunidad autónoma. 2.500 millones de euros, y vienen con reforma fiscal a través de la Ley de Acompañamiento.

El debate de este martes no es el definitivo, con el que quedan aprobados del todo. Es la enmienda a la totalidad (o sea, cuando la oposición dice que no valen en su conjunto, después de haberlos estudiado departamento a departamento), y es el que más contenido político tiene. El debate final va demasiado al detalle, partida a partida, y este es más genérico.

Al ser más genérico, permite un discurso más político que técnico. Y al ser el último presupuesto de la legislatura, pues, automáticamente, ha sido un debate sobre todos los presupuestos, es más, ha sido un debate sobre toda la legislatura.

Y como es un balance, pues todos los protagonistas han tirado de clásicos

-HERENCIA RECIBIDA

Es un clásico, con tanta fuerza que además de usarlo el Partido Popular (para quien PSOE y PRC “hurtaron el futuro” con sus políticas y son responsables de la, al final ha acabado sumándose el PSOE en una curiosa contradicción argumental:

Por un lado decía que todos los gobierno tienen una “herencia” de sus predecesores a la que hay que restar, por tanto, importancia, y, por otro, enumeraba las herencias que se encontraron ellos al llegar, desde el Prestige (con sus nunca muy bien aclarados gastos de limpieza en Cantabria) a Astander pasando por el gasto sanitario.

-CORRUPCIÓN:

Es el gran debate nacional de las últimas semanas, a base de multitud de «casos aislados». Aquí el PP, por boca de Eduardo Van den Eynde, portavoz del grupo y autor de una tribuna de la que se ha puesto en valor su tono inflexible ante la corrupción propia, ponía en valor que su grupo en Cantabria no tiene imputados, por contraste por la situación de PSOE y PRC (cuyos representantes Ángel Agudo y Javier López Marcano, respectivamente, han declarado en la causa del Racing, en su fase de instrucción)

-SITUACIÓN ECONÓMICA:

Aquí cada uno trata de poner en valor el que considera su factor diferencial.

Por eso el PP apela a una mejora de la actividad económica, reivindicando la creación de empleo y el crecimiento de la economía cántabra.

Por eso, el PSOE ‘tira’ de desigualdad social: “estos presupuestos”, que “nos han llevado a la pobreza”, “no se han diseñado para reactivar la economía, paliar la pobreza ni crear ilusión ni esperanza en la gente”, apelando a colectivos como pensionistas o parados de larga duración, o al sector industrial en problemas, caso Insago, ya olvidad, o, más reciente, Saint Gobain.

El PRC aporta un matiz, que es que el Gobierno de Cantabria ha dejado de tener como objetivo crear empleo para conseguir que el desempleo sea menor que el que se encontró el PP, es decir, que haya “un parado menos”, traduce Rafael de la Sierra.

Y a estos argumentos el PRC añade lo que considera una de sus grandes recursos, el peso municipal, reclamando que se “territorialicen” las ayudas después de que los Ayuntamientos hayan sufrido una “reducción drástica” en los fondos que recibían.

-LOS MENSAJES DE FUTURO

Este es el territorio de las grandes afirmaciones. Desde el Gobierno, Cristina Mazas, consejera de Hacienda, empleaba un tono de optimismo prudente para defender que “la situación está cambiando” y que Cantabria está “crece y crea empleo”, pero el reto es “crecer más y crear más empleo”.

No se lo termina de creer la portavoz socialista y candidata a la Presidencia de Cantabria, Eva Díaz Tezanos, para quien esta ha sido una “legislatura perdida” en materia económica y social, a lo que no ayudan unos presupuestos elaborados por (y aquí es cuando viene el mensaje más en clave electoral), un Gobierno “sin futuro” que ya “ha agotado su tiempo”.

En la misma línea, el portavoz regionalista, Rafael de la Sierra, incidía en que en el PP lo han hecho “muy mal” toda la legislatura, pero, añadía (y sobre todo, enfatizaba), “hay alternativa” “Quiero dejar claro que hay alternativa”. Anotado queda. Al final, es de lo que va esto.

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