La calle Canalejas nº 63 de Santander es donde estaba la conocida Pizzería Calín. Sin embargo, desde principios de octubre ha cambiado su aspecto y hasta su nombre. Ahora es la Cafetería Petra, y combina los típicos pinchos de por aquí con una cocina de corte árabe, centrada en la Palestina natal de Khaled.

Precisamente por la mezcla que se puede advertir en la carta del local se escogió el nombre de Petra. Se puede tomar tortilla española allí, pero también se puede pedir un falafel, hummus o berenjena asada, según nos cuenta en una entrevista en EL FARADIO DE LA MAÑANA, en Arco FM.

Khaled nació en la Franja de Gaza, pero hace ya más de 25 años que llegó a Santander. Ahora está plenamente integrado, obviamente, pero sigue mirando hacia su lugar de origen con mucha preocupación.

Su experiencia es la de un joven que salió de su tierra para estudiar en otro lugar. «Vine con 20 o 21 años y me quedé», cuenta. Casi desde ese momento, los episodios de violencia, cuando no directamente bélicos, se han sucedido a un ritmo vertiginoso en su país.

«Salí en una época de tranquilidad, pero desde el 2000 las cosas han ido empeorando bastante», relata Khaled. Lo que rememora de cuando vivía allí y lo que sigue viendo hoy en día es que el pueblo palestino sufre ataques cada poco tiempo, y sin que eso genere ninguna reacción por parte de otros actores internacionales.

Khaled denuncia que su pueblo «vive en condiciones infrahumanas». Desarrollan una cierta libertad, pero dentro de una pequeña franja de territorio. «Es como una cárcel pequeñita», dice. También se queja de lo largo de los trámites para poder entrar o salir de allí.

Ahora ha empezado una nueva aventura en Santander, pero que también mira hacia su pueblo y el lugar donde creció. Y la acogida parece estar siendo buena. Khaled está contento con la relación que tiene con los vecinos del barrio, y ve que hay algunos que prueban platos quizá hasta demasiado exóticos para ellos, pero después van repitiendo la experiencia.