La Policía investiga el lanzamiento de un objeto contra la fachada de la Consejería de Obras Públicas
La Policía Nacional está investigando el lanzamiento de un objeto contra la fachada de la Consejería de Obras Públicas, Ordenación del Territorio y Urbanismo.
El lanzamiento se produjo la semana pasada, según confirman a EL FARADIO fuentes policiales y vinculadas a la sede.
En concreto, se produjo contra la cuarta planta del edificio –y no en la quinta, como se ha llegado a rumorear–, que físicamente en su conjunto da a varias partes (a la calle Alta y a la Rampa Sotileza), y, en este caso fue en la parte que más mira tanto al Parlamento de Cantabria como al Parque del Agua.
El impacto se produjo contra el cristal donde se encuentra el personal administrativo, una especie de pecera, justo antes del despacho del director general de Carreteras.
Este, junto al consejero, dimitió tras conocerse la trama que involucra al jefe de Servicio de Carreteras, detenido e investigado (y apartado ya de la función pública) por las adjudicaciones a empresas como RUCECAN, LA ENCINA-CANNOR o API MOVILIDAD.
Unas adjudicaciones que eran realizadas precisamente en base a sus informes y en licitaciones que, según detectan en el sumario los investigadores y viene contando en las últimas semanas EL FARADIO, se coordinaban a través de bajas económicas, renuncias o la adaptación de los pliegos (las condiciones de las obras) a las características de la empresa.
Los investigadores también han detectado pagos de estas empresas al funcionario o su familia, en forma de contrataciones a la mujer o la hija, la creación de una empresa ficticia (una copistería) o el pago del renting del Volvo que usaba, entre otros
El doble cristal impidió que el objeto pasara más allá, dejando un pequeño agujero con pequeñas dentelladas a su alrededor.
Al edificio acudió la Policía para realizar una inspección ocular, así como para examinar muestras, en base a lo cual se determinará qué tipo de objeto era, si bien no se maneja la hipótesis de que sea una bala o balín –algunas fuentes hablan de una canica– ni tampoco ha ido acompañado de amenazas previas por escrito o telefónica, por lo que enmarcan el asunto en algo menor.