Ocho años lleva Dionisio Luguera como alcalde de San Vicente, pero esta será su última Folia en el cargo, porque ya ha decidido que no se presenta a las próximas elecciones municipales. Estos días reconoce que vive, como siempre, con cierto nerviosismo e ilusión todos los preparativos de la fiesta más emblemática del municipio. Reconoce que también le genera cierta tristeza , por eso de ser su despedida en el cargo, pero añade que está contento con la decisión que ha tomado y que tenía pensada hace tiempo. «Como alcalde, se vive la fiesta de una forma un tanto especial. Estás dentro de esa procesión y sientes una emoción enorme pero, al mismo tiempo, también cierto miedo ya que, al ser una procesión marítima, siempre existe el riesgo de que ocurra cualquier imprevisto. Eso sí, cuando por fin dejas a la Virgen en la capilla, sientes un alivio enorme y una gran satisfacción», explica para El Faradio

Durante estos ocho años ha vivido la segunda suspensión obligada de la fiesta. La primera fue durante la Guerra Civil y, esta última, por culpa de la pandemia que paralizó no solo la procesión, sino el mundo entero.

Dice que se siente orgulloso de haber sido alcalde de su pueblo durante estos ocho años, que ha recibido mucho cariño de la gente y que eso es muy importante. En cuanto a las iniciativas de las que está más satisfecho, cita el arreglo del campo de fútbol, la capilla, el último tramo del paseo a la playa, todas las obras que se están haciendo para soterrar suministros, y las realizadas en la calle Almirante Bonifaz así como las que están a punto de concluir en la Casa Pozo donde se instalará el Centro de Interpretación del Parque Natural de Oyambre. «También estoy orgulloso de todas las mejoras realizadas en los caminos de los pueblos», añade.

LOS PREPARATIVOS

Luguera explica que los preparativos para la celebración de La Folía ya están en marcha y que todo el pueblo se está engalanando para el gran día. Una cita tradicional y ancestral en la que los barquereños derrochan pasión y emoción para conmemorar a su patrona, La Virgen de la Barquera.

El programa de actividades comenzará el jueves 20 de abril a las 20.00 horas con cine en el Auditorio Municipal David Bustamante donde se proyectará la película “El comensal”.

El viernes 21, romería y verbena con la orquesta La Resistencia y la Superdisco Kolossal.

El sábado la fiesta comienza a las once de la mañana en la playa del Tostadero  donde se ha convocado una quedada de pesca: concurso de casting de precisión ‘La Folía’. A las cinco de la tarde, segunda travesía popular en Paddle Surf por la ría de San Vicente y a las 21:00 h comienza la romería y verbena amenizadas por la orquesta Espectáculo Super Hollywood para disfrutar a las diez de la noche de los fuegos artificiales que se lanzarán desde el Castillo del Rey.

El domingo se vivirá el Día Grande con la diana floreada, pasacalles de la banda de cornetas y tambores con picayos, recepción de autoridades, misa solemne cantada por la Coral Barquereña y acompañada al órgano por Manuel Gutiérrez; actuación e las plazas y calles del grupo Raices Barquereñas y la Escuela Municipal de Folclore y, a las cinco y media de la tarde, procesión con la Virgen de la Barquera desde la iglesia Parroquial hasta el Muelle Viejo, con la tradicional y emotiva actuación de las Picayas en la Avenida de los Soportales. A las 19:00 Procesión marítima con el embarque de la Virgen e el pesquero Mar Gloria y la participación de las diferentes embarcaciones del puerto. De regreso, la imagen de la Virgen será trasladada en procesión desde el muelle nuevo hasta su santuario, con los cánticos de las Picayas y la Sale Marinera para terminar el día con una romería y posterior verbena.

LA FOLÍA

La Folía de San Vicente de la Barquera es una tradición centenaria que se remonta a la Edad Media. Se celebra cada año después de la Semana Santa y, durante esta celebración, los habitantes de la localidad se visten con trajes tradicionales y entonan canciones religiosas mientras recorren las calles de la ciudad y se realiza una emotiva Procesión Marítima con los barcos de la localidad.

Es una tradición que se ha mantenido durante siglos, como una forma de preservar la cultura local y de recordar el pasado, convirtiéndose en una fiesta única e inolvidable, que ofrece a los visitantes la oportunidad de disfrutar de una gran variedad de actividades y eventos, desde los más tradicionales hasta los más modernos.