Un riesgo que tiene hacer campaña electoral viniendo de la gestión desde un Gobierno es que las propuestas se centren más en un balance que en ofrecer ideas o proyectos que vayan más allá.

Y no es que proyectos ya iniciados las obras (como el MUPAC, el Museo de Prehistoria), en tramitación (como la protonterapia) en pleno funcionamiento (como el centro en torno a la prehistoria en Puente Viesgo) o el centro de la UNESCO en Santillana del Mar, que se incluirá en octubre en el orden del día de la próxima reunión de este organismo, se agoten por sí mismos una vez ‘tachados’ de la pizarra, sino que tienen potencial de desarrollo posterior.

Pero Pablo Zuloaga, candidato socialista a la Presidencia de Cantabria, vicepresidente y consejero de Cultura durante esta legislatura, tiene claro que la campaña o los planes políticos van más allá de lo que podría llamarse su ‘zona de confort’ en gestión, sea sus proyectos ya en marcha o sea nuevas áreas.

Dentro de las áreas que ahora mismo podrían encuadrarse en la parte socialista del Ejecutivo, Zuloaga apunta, entrevistado en EL FARADIO dentro de las entrevistas de campaña electoral, a la Residencia Cantabria, ahora vacía, como escenario de un nuevo proyecto basado en la ciencia, la innovación, ligada al área biosanitaria.

Y al igual que al ir repasando proyectos en materia de cultura, patrimonio o cuevas empieza a asomar discurso en materia de un icono regionalista como es el turismo, el foco en el proyecto para la Residencia Cantabria y el recuerdo de la Ley de la Ciencia aprobada esta legislatura o en distintas iniciativas de apoyo a la investigación en empresas le permiten apuntar al discurso industrial y empresarial desde el prisma del cambio de modelo productivo.

Sin salir de la ciencia, el candidato socialista a la Presidencia recuerda su reciente intervención en torno a los proyectos de viviendas en La Remonta para  defender  el papel que puede tener el Gobierno de Cantabria para ser la parte que actúe como “facilitador de la ecuación” con los ayuntamientos cuando las ecuaciones sean “complejas”.

Se trata de “afrontar con responsabilidad las oportunidades que tiene Cantabria, dejando atrás todos los debates ficticios”, resume, o, dicho de otro modo, “Cantabria tiene que dejar de llorar por la leche derramada y dejar de perder tiempo en buscar culpables para pasar a buscar soluciones”.

2026, ESTACIÓN DE PARTIDA PARA LAS COMPETENCIAS FERROVIARIAS

Y mirando más allá de las áreas de gobierno propias o a las que se extiende el discurso, Zuloaga señala una competencia que ahora no tiene Cantabria y que cree que se podría asumir, o al menos abrir el debate: la gestión de las infraestructuras ferroviarias.

Para ello, fija en el calendario como fecha importante el año 2026, en el que estarán finalizadas las compras de nuevos trenes y también distintas obras de mejora de la red ferroviaria, vías o catenarias en Cantabria, lo que, sumado al marco europeo, permite abrir un debate sobre lo que supone asumir una nueva competencia, lo que implica negociaciones con el Gobierno central.

LAS «CONSECUENCIAS» DE UN PP EN EL GOBIERNO «SÓLO O MAL ACOMPAÑADO»

“Los únicos que estamos hablando de futuro somos los socialistas”, reivindica en la entrevista, en una actitud que pone en contraste con la de la candidata popular, María José Sáenz de Buruaga, de quien recuerda que ya formó parte de gobiernos del PP en los que se privatizó la parte no sanitaria de Valdecilla, la residencia La Pereda –hoy una residencia de lujo—e incluso centros de día como el de Castro Urdiales. Por lo tanto, de cara a la propuesta del PP de bajar impuestos, única que la ha escuchado, insta a “recordar las consecuencias” de lo que supondría tener un gobierno del PP “sólo o mal acompañado”,  además de a “romper el discurso de la derecha”, recordando que “democracia es llegar a acuerdos”.