Si por algo se conoce y caracteriza Cantabria ConBici (CCB) en esta región, desde su constitución como asociación hace más de doce años, es en la promoción de la bicicleta como medio de transporte, en la implantación de una #MovilidadSostenible y en tener muy claro lo que necesita la ciudad de Santander en estos aspectos. El cambio climático y la salud de la ciudadanía, ya no admiten demora.En cada nueva legislatura CCB analiza la situación, en este caso, de la ciudad de Santander, sobre los escasos avances en #MovilidadSostenible en comparación con otras ciudades del país y la actitud de seguir aportando y ser proactivos con los gobiernos resultantes de las urnas, «aunque es una tarea que en ocasiones se hace dura», según dicen en un comunicado.

En este momento y teniendo como referencia la anterior legislatura, se hacen propuestas de todo tipo relacionadas con la movilidad: hoy toca hablar sobre un carril bici que conecta un túnel que cuesta muchos millones; mañana sobre un súper-aparcamiento disuasorio que se financiará con fondos europeos, que mientras no se restrinja el uso del coche en la ciudad «fracasará como tal»; implantación de bicis eléctricas sin las infraestructuras adecuadas para éstas; al otro sobre amarres-inteligentes para bicicletas y súper-caros sin vías ciclistas para acceso a los del centro; también de autobuses para el TUS súper-ecológicos, sin propuestas de un análisis y estudio de los recorridos óptimos; o de iniciativas sobre los famosos Caminos Escolares que nunca llegan a realizarse, mientras el caos de coches en los colegios a la entrada y salida del alumnado continúa (mientras algunos centros como el colegio público Cisneros y el Marqués de Estella dan ejemplo); o el colapso del tráfico y más en fiestas con la usurpación de los carriles bicis con casetas y ferias, etc.

Algunas pueden ser buenas propuestas con consenso, incluso necesarias, «lo que ocurre es que para llevarlas a cabo por parte del Ayuntamiento tienen que creer en ellas». Mientras, remarca CCB, cada grupo político, hasta ahora, daba su versión o matiz de cómo y cuándo lo harían a través de propuestas lanzadas a los medios de comunicación, mociones o cualquier otra acción del mecanismo político establecido. Normalmente el resultado era que se votaban en contra o se abstenían, y pocas veces se llegaba a un acuerdo unánime. «Ahora el gobierno municipal de Santander tiene mayoría absoluta y se verá si creen en una movilidad sostenible, en un modelo de ciudad verde y amable con sus ciudadanos y si les preocupa o no lo que dejaremos a las próximas generaciones».

En Santander, en lo relativo a movilidad y hasta la fecha, las propuestas suelen ser parciales. Se necesita de una vez por todas, piden, valentía política para dar un cambio a la ciudad. Que las propuestas para estos cuatro años surjan para un nuevo modelo de movilidad. Creen que se necesita definitivamente un Plan Global de Movilidad para la ciudad, del cual se beneficie la ciudadanía; un planteamiento serio de cómo debería ser una ciudad más amable para los ciudadanos, no para los coches, «como el gobierno municipal ha estado empeñado en mantener».

CCB quiere que desde el Consistorio se mantenga una Mesa de Movilidad, con los representantes políticos de los otros partidos políticos de la oposición, con los grupos sociales relacionados con dicha cuestión, como esta asociación, las Mesas de Movilidad de Cantabria, la comunidad educativa, asociaciones de vecinos u otras que deberían participar en ella. Dichos colectivos, sin embargo, vienen continuamente realizando multitud de propuestas planteadas en múltiples reuniones, tanto al Gobierno municipal como a los demás grupos políticos del Ayuntamiento.

Desde CCB pretenden que haya un cambio visible. Los grupos sociales relacionados con la movilidad «tenemos derecho a exigir y deseamos un consenso político entre todos los grupos del Ayuntamiento por una movilidad más sostenible, por un modelo distinto de ciudad, por una ciudad más amable y menos contaminante para sus ciudadanos»; también un Plan de Movilidad a corto-medio plazo y sin improvisaciones, que haga de Santander una ciudad adecuada a estos tiempos en los que el cambio climático y el deterioro del medio ambiente y la salud de los ciudadanos se convierten en una clara realidad. Quieren que el equipo de Gobierno municipal y los grupos políticos se pongan de acuerdo en actuaciones planificadas sobre movilidad sostenible y cuenten con la ciudadanía y sus asociaciones para conseguirlo.

La asociación enumera una serie de cuestiones de planificación y consenso sobre:

-Un vuelco total al modelo de ciudad actual en beneficio de los peatones, para lo cual sería necesario:

-Reducir drásticamente el tráfico en el centro de la ciudad.

-Reducir carriles, quitar espacio, en la calzada para uso de los coches en favor de los peatones, ciclistas y usuarios de vehículos de movilidad personal (MVP).

-Un Plan de Semaforización que beneficie a las personas que caminan por la ciudad y no solo a los coches, con conversión de muchos semáforos en pasos de cebra elevados y con badenes previos para reducir velocidad y con una reducción drástica de los tiempos de espera en ellos.

-Un servicio de transporte urbano (TUS) bien planificado que facilite el acceso a todos los barrios de la ciudad, eje norte-sur principalmente, y que sea ágil, eficaz y eficiente, de tal manera que no se favorezca el uso del vehículo a motor. Lanzaderas en las proximidades de los aparcamientos disuasorios, cuando existan y surja la necesidad de su uso, y facilidad para que los usuarios de bicicletas puedan transportarlas en ellos. Un análisis de viabilidad y puesta en común con otros municipios de transporte común para el área metropolitana de la Bahía de Santander.

-Un desarrollo de una trama ciclista optimizada, planificada y priorizada, principalmente en el centro de la ciudad, que favorezca el uso de la bicicleta como medio de transporte, y no una red de carriles bici de circunvalación para ocio o deporte como vienen siendo en la actualidad salvo alguna excepción.

-Eliminación de carriles bici sobre las aceras que son para los peatones. Las bicicletas deben de circular por la calzada, pero sin el peligro causado por el gran uso del coche en la ciudad.

-Establecer una gestión eficaz sobre el uso de los amarres-inteligentes que nos los conviertan en trasteros para bicicletas.

-Instalación de las estaciones de las anunciadas bicicletas eléctricas en los barrios de la ciudad, en los lugares más alejados del centro de la misma, que permitan a los vecinos su uso como alternativa al coche. No deberían ser un mero escaparate para los turistas que acuden a Santander.

-Un estudio serio para la creación de aparcamientos disuasorios en las entradas de la ciudad y no al fondo de la misma, como se pretende ahora, dimensionados adecuadamente, y no megaproyectos sobre los que pueda existir duda de su uso si no se engloban en una política de movilidad seria y global y cuando, consecuencia de la restricción del coche en la ciudad, se vea su utilidad, y no solo por el hecho de la necesidad de hacer obra pública.

-Implantación de una OLA Verde para uso de los residentes de la ciudad en detrimento de la OLA Azul para aparcamiento libre en la ciudad (disminución del llamado tráfico de agitación) e incluir en esa política de plazas para residentes, a bajo coste, los 16 aparcamientos subterráneos existentes en la ciudad.

-Regulación del sistema de carga y reparto de mercancías, favoreciendo su aparcamiento, realizando estudios y ofreciendo ayudas para un reparto por medios más sostenibles, lo que se conoce como “la última milla”.

-Medidas de control y cumplimiento de los límites de velocidad aprobados por el Gobierno de España desde el 11 de mayo y que actualmente no se cumple en las calles de Santander, en donde el exceso de velocidad aumenta la ocurrencia de múltiples accidentes y el riesgo de muertes evitables.

-Implantación de las ‘Zonas de Bajas Emisiones’ que deberían estar operativas desde el 1 de enero de 2023 y la participación en esa implantación de los grupos políticos y colectivos sociales y de movilidad.

-Creación de espacios #Verdes, renaturalizando muchos espacios de la ciudad, implantación de árboles y bancos muy necesarios para facilitar su uso a personas mayores.

-Santander necesita un gran impulso en su modelo de ciudad, y hay cuatro años para para ello. Sólo tenemos que fijarnos en muchas ciudades vecinas –no hace falta mirar muy lejos ni tan solo a Europa– que ya han dado el paso y sus habitantes se sienten orgullosos de tan ansiado cambio y ya lo están disfrutando.

Desde Cantabria ConBici tienden, una vez más, la mano al Gobierno municipal, motivo por el cual piden una reunión con la alcaldesa de Santander para iniciar de una vez por todas ese cambio.