Pasaje Seguro expresa su oposición por la decisión del Gobierno acerca del Centro Parayas
Poner en marcha políticas de acogida que den respuesta al crecimiento de los flujos migratorios, que hagan frente a la llegada a Europa de miles de personas que buscan refugio de las guerras, la persecución y las catástrofes climáticas, es una necesidad imperativa, según manifiesta Pasaje Seguro en un comunicado. Creen que la guerra de Ucrania está siendo un ejemplo perfectamente claro de ello. Por lo tanto, planificar y poner en marcha recursos públicos que permitan acoger, y facilitar dignamente el acceso a nuestra sociedad a personas que llegan en condiciones difíciles, «es una buena política».
Frente a esto «el PP, con el apoyo del PRC y siguiendo ambos la línea que marca VOX, establece falsedades y falsas dicotomías para rechazar un proyecto financiado con fondos europeos que mejoraría la utilidad pública de un espacio como el de Parayas», denuncian. En la campaña electoral dicen que se mintió deliberadamente, asociando la instalación de un Centro Internacional de Acogida a un futuro crecimiento de la inseguridad ciudadana, «sin prueba alguna, introduciendo falsedad y miedo al otro». El siguiente paso ha sido el de contraponer ese centro a las necesidades de cuidados de las personas mayores, estableciendo lo que consideran otra falsedad, la de que las necesidades de personas mayores y personas refugiadas se contraponen.
Pasaje Seguro estima que el PP es consciente de que esa contraposición no es correcta, sabe que hay terrenos suficientes en Camargo y en Cantabria para la construcción de residencias públicas y centros públicos de atención a mayores. Sin embargo, detectan una contradicción en el discurso de los populares, porque no se plasma en propuestas sobre inversiones públicas de ese tipo ni cómo podrían financiarse, dado que una de las líneas programáticas de ese partido consiste en reducir los impuestos, especialmente aquellos que afectan a las clases sociales más altas. Por eso muestran su indignación porque ahora se intenta conseguir fondos europeos destinados a programas de acogida y dedicarlos a otros fines, «sabiendo que es imposible al ser fondos finalistas, con riesgo cierto de perder una inversión de 30 millones de euros».
Desde la asociación piensan que es lícito preguntarse si lo que se pretende es evitar que el espacio de Parayas siga siendo público. Dejándolo abandonado para proceder a su privatización, o a la instalación de residencias y centros privados de mayores financiados con fondos públicos, prosiguen. «Es necesario denunciar que tales políticas antisociales se pretendan justificar minusvalorando y criminalizando a las personas refugiadas, buscando enfrentar a seres humanos que comparten miradas sobre el mundo mucho más limpias que las de quienes niegan recursos envolviéndose en banderas». Y ponen el ejemplo de personas migrantes que trabajan, precisamente, en residencias de mayores. «A lo mejor si les preguntan a las personas mayores que cuidan, les dirían que las residencias y los centros de acogida no son incompatibles, que lo que es incompatible es la humanidad con las políticas de odio y el oportunismo».
Pasaje Seguro concluye diciendo que «el Centro de Acogida de Parayas responde a una necesidad, y es una oportunidad económica y de convivencia que no debe ser desaprovechada ni por prejuicios racistas, ni por motivos especulativos».