El Gobierno cántabro apoya una novillada de jóvenes en la Plaza de Santander
La Fundación Franz Weber critica el apoyo del Gobierno de Cantabria a una convocatoria consistente en que alumnos de varias mal llamadas escuelas taurinas torturen hasta la muerte a bóvidos.
En una intervención incluida en la revista de los promotores, la consejera de Presidencia, Isabel Urrutia, considera que estos eventos son «una buena forma de acercar la Tauromaquia (sic) a los menores cántabros» y finaliza su texto con «Y buena faena».
Los naturalistas recuerdan que el Comité de los Derechos del Niño pidió a España en 2018 alejar a cualquier persona menor de la tauromaquia para prevenir posibles efectos nocivos sobre su desarrollo psicológico y moral, algo que desprecia abiertamente la representante del gobierno autonómico en su saludo.
A este evidente desplante a la opinión de un consejo de especialistas en protección de la infancia se suma el posible apoyo institucional en su parte económica. La ONG internacional desconoce si el ejecutivo ha dispuesto alguna partida presupuestaria y el mismo tampoco ha aclarado nada de forma transparente.
Los animales que serán torturados también son de corta edad. En estos certámenes o «clases prácticas» es habitual la adquisición de bóvidos de hasta dos años, llamados erales, donde los practicantes ensartan el estoque en multitud de ocasiones, provocando un sufrimiento atroz a estos seres.
«Es esta violencia la que Urrutia parece aplaudir como mejor ejemplo de aprendizaje para que cualquier niña o niño cántabro «descubra» la realidad de la tauromaquia», critican.
También la alcaldesa de Santander, Gema Igual, se suma a las loas al entramado taurino, señalando que el certamen es un «espacio de aprendizaje y superación».
Hace semanas FFW también reclamó la clausura de la escuela taurina de Santander, única en la comunidad y asociada con una peña de otro territorio donde una minoría de chavales intenta destacar como futuro novillero con un panorama cada vez más oscuro para el lobby taurino.