El presidente de la Real Federación Española de Caza, Manuel Gallardo, equiparó ayer la defensa de los animales con la «noche de los cristales rotos», el pogromo nazi que acabó con la vida de decenas de judíos y el arresto de varios miles entre el 9 y el 10 de noviembre de 1938.

La Fundación Franz Weber ha calificado como ofensiva y «revisionista» la declaración, realizada en el marco de la presentación de un manifiesto antianimalista por parte de varios grupos de presión y asociaciones vinculadas a explotaciones ganaderas. Un evento que se llevó a cabo en el Palacio de La Magdalena de Santander.

Así, la primera respuesta de los naturalistas ha sido pedir al Gobierno de España la retirada de cualquier financiación pública a estos grupos negacionistas, que banalizan el sufrimiento de cientos de miles de seres humanos para defender sus intereses privados.

La propia Fundación ya se había quejado de que se prestaran espacios públicos para celebrar eventos que tienen que ver con ensalzar el maltrato animal. Uno era este evento en La Magdalena, convocado para lanzar una ‘Declaración de Santander contra el animalismo’, como ponía en el atril por el que fueron pasando una serie de comparecientes como el presidente de la Federación de Caza y también de otras asociaciones ligadas a la ganadería y al toreo.

Otro evento sobre el que se quejó la Fundación Franz Weber fue un coloquio celebrado en la Filmoteca de Cantabria en el que también se hablaba de sobre ganadería y la defensa de los animales. El título del acto era «Mundo rural y amenaza animalista’, y en él intervenía el presidente de la Fundación Toro de Lidia, Victorino Martín, que fue también protagonista principal del evento de La Magdalena.

El tono utilizado es como poco beligerante, como si existiese la necesidad de defenderse. Al igual que hay presentadores de programas de televisión y políticos que se quejan de la falta de libertad de expresión en esos mismos programas de televisión, pues estas asociaciones han contado con dos edificios públicos relevantes de Santander y Cantabria para poder expresarse y permitirse el lujo de decir que «el animalismo es insaciable, como todos los movimientos totalitarios», que fue otra expresión utilizada por el presidente de la Federación.

Actividades que incumplen las observaciones del Comité de los Derechos del Niño

Los naturalistas recuerdan que actividades como la caza y la tauromaquia incumplen una recomendación formulada de manera específica a España por parte del Comité de los Derechos del Niño. El organismo incluyó en sus Observaciones Finales una petición explícita al respecto:

«Para prevenir los efectos nocivos para los niños del espectáculo de los toros, el Comité recomienda que el Estado parte prohíba la participación de niños menores de 18 años como toreros y como público en espectáculos de tauromaquia.»

En agosto de 2023 a través de la Observación General nº26 que versaba sobre el derecho a un Medio Ambiente sano por parte de niñas, niños y adolescentes, el Comité añadió la prevención de exposición a la violencia, incluyendo a los animales en la misma.

«Los niños deben ser protegidos de todas las formas de violencia física y psicológica y de la exposición a la violencia, como la violencia doméstica o la infligida a los animales.»

Esta nueva petición de Naciones Unidas tiene un encaje evidente en la exposición a la violencia que sufren niños, niñas y adolescentes en prácticas concretas, desde la caza, donde pueden participar como acompañantes con cualquier edad ya que no existe restricción legal alguna y pueden portar armas desde los 16 años con la llamada «Autorización Especial para Menores» (AEM), hasta la tauromaquia.

En el caso concreto del entramado taurino la protección debería abarcar su participación en escuelas taurinas, donde se pueden inscribir con tan solo 8 años y participar creando daño a animales en las denominadas clases prácticas y tentaderos, o su implicación como parte espectadora.