El Puerto de Santander incluye en ayudas europeas para la adaptación al Brexit las medidas contra los accesos irregulares
El Puerto de Santander recibirá 56,4 millones de euros del fondo europeo de adaptación al Brexit (la salida del Reino Unido de la Unión Europea y su impacto en la economía del resto de países comunitarios).
Los fondos, gestionados por el Ministerio de Hacienda y Función Pública, servirán para paliar el esfuerzo inversor y los gastos de explotación que la Autoridad Portuaria ha tenido que afrontar para adaptar sus tráficos con origen o destino en el Reino Unido tras la salida de este país de la Unión Europea.
El presidente de la Autoridad Portuaria de Santander, César Díaz –ex concejal de Fomento en el Ayuntamiento de Santander hasta hace meses-, ha detallado que entre los conceptos incluidos en la ayuda se encuentra el aumento de la seguridad contra las “intrusiones”, los accesos irregulares al recinto del Puerto de migrantes, fundamentalmente albaneses, que querían reunirse con sus familias en Reino Unido.
CUANDO LAS CUCHILLAS ERAN LA ÚNICA OPCIÓN
Estos accesos fueron señalados durante años por la Autoridad Portuaria y dirigentes políticos de PP, PRC, Ciudadanos o Vox que replicaron su mensaje en todo tipo de foros (del Parlamento al Ayuntamiento de Santander) como fuente de numerosos problemas no sólo para el Puerto, sino para el conjunto de la economía cántabra, presentando a la entidad como un “coladero”, “la casa de tócame Roque”, un “campo de trabajo de las mafias”.
La única solución que esgrimían, presentada como falso dilema, era la instalación de cuchillas en la valla que delimita el reciento, llegando a negar el esfuerzo de las fuerzas y cuerpos de seguridad. Se instaló un tramo de concertinas y se anunció la extensión a todo el recinto, aunque finalmente se desistió.
Fue una medida extrema, combatida por colectivos como Pasaje Seguro, Amnistía Internacional, Cáritas, Izquierda Unida o Juventudes Socialistas de Santander, que no usaba ningún otro puerto: ni de más dimensiones como Bilbao, ni siquiera se usaba en la frontera sur de España, con un evidente mayor flujo de migrantes.
Con el tiempo, no sólo no se cumplieron las previsiones negativas que se invocaban (el propio Puerto lleva años hablando mes tras mes de resultados históricos, se han producido inversiones económicas como la de Boluda y llegaron nuevas rutas), sino que se incorporaron otras formas de control de los accesos, incluyendo videovigilancia o drones, es decir, distintas a las cuchillas que se habían esgrimido como única opción.
Los flujos se fueron reduciendo, tal y como han reiterado hoy las autoridades en el anuncio de la concesión de la ayuda europea en la que se han incluido los gastos de control de accesos irregulares.
ADAPTACIÓN AL BREXIT
Para el presidente de la APS, César Díaz, se trata de una “excelente noticia” que ayudará a paliar los “efectos negativos” que la salida del Reino Unido de la UE tuvo “sobre el normal funcionamiento del Puerto de Santander”.
Entre las principales medidas que ha tenido que adoptar el Puerto de Santander para adaptarse al Brexit destacan, además, la adecuación de la terminal de ferries, operada por Brittany Ferries, con la renovación del tramo 1-4 de los Muelles de Maliaño; la construcción de una nueva rampa flotante para tráfico rodado y de la campa para disponer del espacio necesario para las operaciones; medidas de control aduanero y de pasajeros con origen en Reino Unido, actuaciones de compensación de capacidad en el espigón central de Raos (entre ellas, las obras de finalización del Muelle de Raos 9, la primera fase del silo de almacenamiento de automóviles o el refuerzo de la plantilla de la policía portuaria, un instrumento con el que siempre pudo contar el Puerto, que optó por centrar sus reivindicaciones en más Guardia Civil en un momento en que ya se habían incrementado por su parte agentes y controles.
El presidente de la APS ha asistido esta mañana al anuncio de la recepción de estos fondos realizado, en un acto informativo, por el secretario general de Transportes Aéreo y Marítimo, Benito Núñez Quintanilla, y en el que también han estado presentes la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga; el presidente de Puertos del Estado, Álvaro Rodríguez Dapena y el subdirector general de Desarrollo Urbano de la DG Fondos Europeos del Ministerio de Hacienda y Función Pública, Esteban Molina Martín.
El Puerto cerró 2023 a las puertas de alcanzar los 7 millones de toneladas, con nuevas rutas e inversiones en marcha por valor de 41 millones de euros, mientras sigue pendiente de la parte de La Pasiega (un proyecto que permite ampliar su capacidad) que depende del Estado y ha anunciado proyectos para este 2024 que supondrán una inyección económica de otros 80 millones de euros más y que tendrán un «gran impacto» en la actividad económica y el empleo durante su ejecución.
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