El sindicato MAYSA, con representación mayoritaria en Mercadona Cantabria, y AITB con representación electa en el Comité denuncian a la mercantil nuevamente.

Las dos organizaciones sindicales acusan a Mercadona de no proceder a la apertura/investigación de 13 protocolos de acoso que se han comunicado a la empresa hace más de 10 días poniendo de esta manera en grave peligro la salud de los trabajadores afectados.

Asimismo, dentro del cuerpo de la denuncia se acusa a Mercadona de atentar contra la salud de toda la plantilla de Cantabria, ya que tiene paralizada la constitución del Órgano de salud desde hace más de un año y, como consecuencia, no se están realizando las investigaciones de los accidentes de los trabajadores, la renovación de evaluaciones de riesgos y la realización de las evaluaciones psicosociales.

Los denunciantes recuerdan que Mercadona en Cantabria ya tiene abierto un expediente sancionador puesto por la Inspección de Trabajo en materia de salud, concretamente, por realizar las evaluaciones psicosociales de manera unilateral sin contar con los delegados de prevención, remarcando que dicha evaluación no fue realizada de manera voluntaria por la empresa sino por un requerimiento de la propia Inspección de Trabajo a consecuencia de una denuncia interpuesta por el Sindicato MAYSA.

«El comportamiento de Mercadona es reiterado no sólo en materias de salud, ha tenido denuncias en este último año en materia de violencia de género, impedir a los trabajadores incorporarse a su puesto de trabajo cuando vuelven de una baja larga, registro de jornada, etc.», advierten.

Y añaden que se niegan a tramitar con su propia parte social, lo cual llevó a una mediación previa de huelga ante el ORECLA, el organismo mediador, al que «la empresa no se dignó siquiera a mandar un responsable con poder de decisión», sino que envío a una procuradora externa que lo único a lo que se limitó fue a firmar la no avenencia sin llegar siquiera a plantear diálogo..

«La dirección de la mercantil y sus prácticas mafiosas, que en algunos casos rayan con lo delictivo, obligan a la parte social a seguir manteniendo la convocatoria de huelga para marzo, ya que ni siquiera responden a los emails cuando se les convoca a la reunión trimestral», avisan, acusando al gigante de la alimentación de «romper el principio de buena fe básico entre parte social y empresarial, vulnerando derechos, atentando contra la salud de la plantilla y negándose a dialogar».