«Se piensa que cuando se habla de política en el sistema educativo es para adoctrinar»
Seguro que has escuchado muchas veces, o has pensado unas cuantas también, que la política te coge muy lejos. No terminas de comprender las motivaciones por las que se toman algunas decisiones, o te resulta cansino que haya un cruce de acusaciones sin fin mientras que algunos problemas que están alrededor de tu vida no ven una solución.
Se podría decir que se necesitan traductores para entender lo que pasa en la política. Personas que faciliten la comprensión de lo que sucede en la actualidad y nos haga más comprensible la manera de actuar de unos y otros. Pablo Simón es algo parecido a eso. Ya es un habitual de tertulias televisivas y radiofónicas, pero no se queda en la cáscara, en emitir un juicio superficial sobre un asunto en concreto. Trata de profundizar y pasar a un análisis un poco más completo.
En su último libro, ‘Entender la política. una guía para novatos’ trata de la importancia de la política en nuestras vidas. Nos afecta, a cualquier edad. De hecho, afirma que este libro están pensado también para gente a partir de los 12 o 13 años, porque les interesa a ellos también, como dice en una entrevista concedida a EL FARADIO DE LA MAÑANA, en Arco FM.
No es que Simón quiera dar la sensación de que es fácil de entender. De hecho, se refiere a la Administración como un transatlántico, es algo que no se puede mover a toda velocidad y requiere paciencia, pero merece la pena el esfuerzo de que los adolescentes la vayan entendiendo. «En mi opinión, perdimos una oportunidad de oro con la asignatura de Educación para la Ciudadanía». Entiende que eso podía haber servido de herramienta para que el alumnado aprendiese varias que les serían de utilidad en el futuro, desde entender los valores fundamentales del ordenamiento jurídico hasta saber cómo se hace la declaración de la Renta o conocer mejor en qué nos afecta la política europea.
Sin embargo, el paso de que se hable de política en las aulas es algo que «da mucho miedo, se piensa que cuando se habla de política en el sistema educativo es para adoctrinar». Pese a lo que tiene de positivo establecer debates y confrontar puntos de vista. Para Simón, esto provoca que lo que aprenden los alumnos lo hacen casi siempre en casa, por lo que cada uno puede aprender cosas distintas, porque no en todos los hogares se habla de la misma manera. Por tanto, nace una desigualdad y «eso erosiona el concepto mismo de la democracia».
El poner en común puntos de vista es algo que también sirve para los mayores, para favorecer el asociacionismo y que la política también se hable y se haga en los barrios de las ciudades o en el medio rural. «Rozaríamos a gente que piensa diferente, y eso siempre es positivo, sobre todo si es presencial», destaca.
Es algo que puede ayudar también en el fenómeno de la despoblación, por entender lo que sucede y encontrar posibles soluciones. Simón apunta en la dirección de la economía local diversificada. Las infraestructuras ayudan a que llegue gente, pero también a que se vaya, por lo que es muy importante que no sólo haya un desarrollo del sector primario, sino también del industrial. Si las oportunidades son más diversas para poder tener un trabajo, la población no se marchará.
En la conversación, Simón también aprovecha para apuntar a los partidos políticos por el nivel de crispación que hay y por lo poco que explican sobre lo que hacen. Abogan por señalar al de enfrente, por hacer un llamamiento que no propone, sino que trata de azuzar el miedo para que el otro no gane y gobierne. «Eso es malo porque lleva a que los políticos no hagan bien su trabajo», sostiene.
Y no se olvida de los medios de comunicación. «A veces informan muy mal de política», sentencia. Hace referencia a las diversas crisis sufridas en el ámbito del periodismo, pero señala claramente a la falta de independencia como uno de los males que aqueja a la profesión y que impide que se hagan análisis más sosegados y donde se subrayen más a menudo las claves realmente importantes de las noticias que se publican, en busca de tener una opinión pública mejor informada y, por tanto, más crítica.. Pero reconoce que no es optimista de cara al futuro.