Esa señora que lleva pieles y tiene la nevera vacía, aquella que va con bolsa de marca a comprar chicharros a la Plaza de la Esperanza…, son algunas situaciones reconocibles por cualquier santanderino o visitante que es muy posible que en los últimos meses te hayan llegado por Whataspp en algún grupo o te hayas tropezado por Instagram o Tiktok.

Su autora, la actriz Teresa Gareche (me habían encargado que le preguntara por el mantenimiento de los rizos, pero me ha dado vergüenza), conversaba este martes con EL FARADIO sobre la viralidad que están alcanzando estos vídeos, que están “funcionando a tope”.

Ya hace tiempo tuvo mucho éxito con un vídeo que funcionó bastante, sobre “cómo ligar con una chavala del norte” y la carrera de obstáculos en que se convierte (“yo soy complicada; te lo tienes que currar, amigo”, admitía).

Y un año después empezaron a moverse estos otros, en los Teresa Gareche explora esa actitud de “presumidos de más”, “esos aires” que a ella misma le señalaban cuando la conocían.

“No es maldad, es que somos así”, señalaba en la entrevista esta santanderina del 92, sucesora a su manera de las míticas Marías de los Nervios que explica que la comedia es “drama más tiempo”.

Y alude también a los contrastes santanderinos (no en vano la dualidad va hasta en el escudo, con sus dos caras), que hace que “el pijo de la mejor familia es el que más la está liando”.

Es decir, a esa mezcla entre pijo y macarra (en uno de sus vídeos usa abiertamente el término “kie”, una especie de actualización del tópico sobre el raquero, y por donde todos hemos pasado alguna vez en la vida, porque “la adolescencia es muy kie”).

Estos vídeos le están dando un éxito y visibilidad que, aparte del evidente talento, ha sido un poco fruto de la casualidad, en el sentido de que Teresa Gareche enfocó sus pasos a ser actriz dramática.

Al no salirle nada, comenzó con la comedia en redes, un género que no es una categoría menor ni un paso previo a la actuación en directo, con su propia formación (ella se ha especializado en formación como actriz a cámara, mientras que, es un mundo complejo, el stand up está virando hacia la improvisación y la integración del público en los espectáculos), y en el que es importante la parte del guión (“soy muy puntillosa”) y la edición posterior.

Detrás de cada vídeo hay horas de trabajo, reivindica la actriz, que también cuenta con un libro en su haber, en clave de humor o una canción, y que, avanza, está preparando una sitcom que tendrá mucho que ver con el personaje santanderino que tanto se ha viralizado en las últimas semanas. Tal vez nos la encontremos un día rodando en Santander, con sus pieles de Rosa María y la nevera vacía.