STEC insta a extender la bajada de ratio a todas las etapas de la educación pública
La ratio máxima es una normativa educativa que establece el límite de alumnos y alumnas que puede haber en un aula.
En todas las encuestas para la mejora educativa que el STEC, sindicato mayoritario docente de Cantabria, viene realizando entre el profesorado, la bajada de la ratio máxima es con diferencia la medida que más consenso suscita para la mejora de la calidad educativa. Explican desde el sindicato que «tener grupos menos numerosos en la clase redunda en una mejora del clima de aprendizaje, reduce la carga de trabajo docente y favorece la atención a la diversidad que exige la nueva legislación educativa».
Explican que en la anterior legislatura, el sindicato suscribió un acuerdo para la reducción de ratios en centros públicos de Cantabria, que, añaden, comenzó a aplicarse en el curso 2022/23 en todo el 2º ciclo de Educación Infantil, reduciendo la ratio máxima de 25 a 20 alumnos/as por aula y disponiendo aporte de profesorado cuando no se pudieran desdoblar grupos por falta de espacio en el centro.
Según STEC, En 2023/24 comenzó a aplicarse también en 1º de Primaria y se prevé su aplicación en 2º para el próximo curso, en consonancia con el Acuerdo por la Educación, aprobado en el Consejo Escolar de Cantabria y ratificado posteriormente en el Parlamento.
Sin embargo, «sigue habiendo aulas del segundo y tercer ciclo de Primaria con 25 alumnos; 30 en la ESO, Bachillerato y Formación Profesional, que incluso se superan con matriculaciones sobrevenidas. Estas cifras máximas quedan lejos de los estándares europeos, de lo deseable para garantizar la debida calidad educativa y de la propia realidad de Cantabria, que vive un invierno demográfico que haría muy accesible la bajada de ratio para las arcas públicas, pues el acusado descenso de matrícula comienza a asomar ya en los institutos de educación secundaria».
20 ALUMNOS EN PRIMARIA
El planteamiento del STEC pasa por extender la bajada de ratio a 20 en toda la Primaria, extensible a 23 en la Educación Secundaria Obligatoria (actualmente 30), 25 en Bachillerato y Formación Profesional (actualmente 30) teniendo en cuenta la presencia de alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo en todas las etapas para reducir las ratios iniciales.
Igualmente, consideran que deben establecerse ratios máximas en centros y aulas de Educación Especial, de unidades y departamentos de Orientación (una por cada 250 alumnos/as), así como ratios máximas de alumnado para los especialistas de Servicios a la Comunidad, Audición y Lenguaje y Pedagogía Terapéutica, que actualmente carecen de ello.
Explican que, «conscientes de la inversión pública que requeriría esta medida, con la responsabilidad de realizar una propuesta realista y razonable, desde el STEC planteamos una aplicación progresiva a lo largo de toda la legislatura, acompasada con la escalada del valle demográfico. Y es que, por ejemplo, bajar la ratio a 23 en 1º de la ESO el próximo curso conllevaría únicamente desdoblar 10 grupos en toda la red pública de Cantabria, con una inversión de 1,3 millones, que prácticamente ya se va a ahorrar la Consejería con las unidades privadas que se han concertado sin el número mínimo de alumnado matriculado, cuya supresión tiene que estar a punto de asumir, tras nuestra denuncia en el pasado mes de marzo».
LA CONSEJERÍA EMPEORA LA SITUACIÓN
Aseguran que la primera propuesta de “bajada de ratios” de la Consejería empeora la situación que ya tenemos
El sindicato explica que la propuesta se enmarca en el calendario de negociación establecido, que comenzó con un acuerdo para la reducción de la jornada lectiva para mayores de 55 años entre Consejería, ANPE y CCOO; «con el rechazo mayoritario de la Junta de Personal Docente por empeorar el reconocimiento horario y dejar fuera a prácticamente la mitad del colectivo docente: interinos/as, escuela rural, formación profesional básica, en concurso de traslados, jefaturas de departamento…»
Ahora, aseguran que el segundo tema a abordar (ya con retraso respecto al calendario acordado) es la bajada de ratios, «pero la propuesta inicial de Consejería simplemente empeora lo que ya tenemos: plantea una aplicación “año a año” que ya viene haciéndose (la negociación de plantillas para el curso venidero ha tenido en cuenta su implantación en 2º de Primaria); se olvida de la bajada de ratios en la ESO, Bachillerato y FP; y para colmo no se circunscribe a la red pública como el acuerdo vigente, lo que de no corregirse podría suponer conciertos adicionales en los centros privados».
Concluyen asegurando que «si las propuestas de Consejería que no llegan a recuperar las condiciones “recortadas” en su día nos resultan inaceptables, las que plantean empeorar las condiciones ya vigentes resultan simplemente inabordables. Por ello, instamos a la Consejería a empezar a trabajar por una bajada de ratio en todas las etapas de la Enseñanza Pública, con la mejora educativa que ello conllevaría».