Estudiantes de la Universidad de Cantabria barajan la organización de una acampada la semana que viene o algún otro tipo de acción de apoyo al pueblo palestino ante su exterminio, en línea con las que se vienen desarrollando en campus de todo el mundo.

Es una forma de contraponer sus acciones con la “hipocresía” de los Estados, que “han dado la espalda al pueblo palestino”, con “palabras” de apoyo que no se han traducido en “ninguna acción”.

«No podemos obviar la realidad” que les rodea en este momento, explicaban en la asamblea organizada este jueves en el Inter, convocada por el Frente de Estudiantes.

Y su forma de apoyar es extender la labor que ya vienen haciendo en defensa de la educación, convencidos de la importancia de la unión entre trabajadores y estudiantes y, sobre todo, de que “la fuerza más poderosa de este mundo es la unión de los pueblos”.

Además, recalcaban que las movilizaciones ya están teniendo efecto, como el comunicado de los rectores instando a romper relaciones con universidades israelíes que estén implicadas en el genocidio, incluso las declaraciones que ayer hizo el rector de la UC.

En esta primera toma de contacto, Los estudiantes estuvieron arropados por representantes de otros colectivos que vienen implicándose en otras acciones realizadas hasta la fecha de apoyo al pueblo palestino, como el festival solidario de Cabezón, el encierro en San Pío X o las distintas manifestaciones: pensionistas, Interpueblos, Smolny, etc, y otros como el colectivo antimilitarista Cebra.

 ASAMBLEA CONTRA LA GUERRA

Diversos colectivos, organizaciones sociales, partidos y ciudadanos de la comunidad de Cantabria, agrupados en la Asamblea de Cantabria contra la Guerra, han convocado ,una vigilia delante de la sede del PSOE-PSC el día 11 de mayo a las 12:00 horas, con el fin de exigir del gobierno y de los partidos que lo componen que tomen medidas urgentes que detengan el exterminio a la que la población palestina, en especial la gazatí. La Asamblea apela a a conciencia de sus bases y cuadros para que dentro de sus organizaciones presionen al gobierno.

ACTOS DESDE LA CULTURA

En lo cultural, este fin de semana hay varias acciones en la misma línea.

Por un lado, el viernes 10 a las 19.00 horas la Biblioteca Central de Cantabria incluye una jornada especial titulado ‘Con las mujeres’ a cargo de la agrupación escénica Unos cuantos, en colaboración con las Asambleas Feministas Abiertas de Cantabria.

Dentro de lo programado está Versos por Palestina, recital centrado en la denuncia del genocidio que sufre el pueblo de Gaza.

En la misma sesión, se representarán ‘Una joya escondida en el Quijote’, de Juan Manuel Freire; ‘Muros’, de Juan Manuel Freire; ‘Pequeña función de noche’, de Isabel Tejerina: y ‘Ni una menos’, de Ramón Qu.

Y el sábado, el Centro Cultural Eureka, en la calle San Simón, acoge el evento ‘La Ho-Gaza del mal (Tribulación de un pueblo), un recital que aúna música, teatro y poesía.

Así, estarán Myriam Ríos, con teatro danza, y la música de Pablo Fernández Piña, Evelio Herran o Enrique Riv. También se contará con la poesía de Mar Pajarón, José Elizondo, Fran Palacio o Mar i bel Valdivia.

Será el sábado 11 a las 19.30 euros, y las entradas costarán 3 euros (2 para socios).

SOkegún recuerdan los organizadores, el relato imaginario que convencionalmente podría estar situado en el 1020 a.C. relata como un joven David y el coloso filisteo Goliat se enfrentan en lucha por una tierra donde los conflictos han estado muy patente durante siglos hasta la situación actual. Desde enero del 2024 el balance de la invasión en territorio de Gaza por parte del ejército israelita se estima en 30.000 fallecidos.

«Lo que conocemos como «Tierra Santa» donde compartir el pan podría ser su símbolo religioso de concordia y buena convivencia lo llamamos “La Hogaza del mal» por su nefasto resultado que cobra vidas inocentes». , señalan.

SOBRE EL TERRENO

Mientras, sobre el terreno, según reporta la UNRWA, la agencia de Naciones Unidas que atiende a los refugiados palestina, advierte del problema humanitario que se vive en Rafah, donde ya se habían desplazado antes millones de personas, y amenazados ahora por el Ejército israelí, abocando a un dramático éxodo masivo.