Ante las sospechas que tienen MAYSA y el Comité de Empresa de Mercadona de que el gigante de la distribución alimentaria está desarrollando un ERE encubierto, han decidido acudir a la Justicia para que aclare la dimensión de los despidos y su legalidad.

Según explican, se está produciendo una gran afluencia de despidos de trabajadores veteranos de la plantilla, por lo que Gerardo Grande, presidente del Comité, ha acudido a la Justicia para que se determine el número de despidos reales: de esta forma se podrá comprobar si se ha traspasado el umbral numérico a partir del cual deberían tramitarse como un ERE, Expediente de Regulación de Empleo, lo que implica normas, procedimientos y consultas, por Ley…

«De ser esto así y si los datos lo confirman, podríamos hablar de que el gran titan de la distribución se encontraría en fraude de ley, sospechas que cada vez se hacen mas firmes por parte del Sindicato MAYSA», apuntan.

Y añaden que, dentro de la «persecución sindical y represalias a la que están sometidos los representantes de los trabajadores» en Mercadona –con expedientes abiertos contra el presidente del Comité de Empresa, que expuso las prácticas laborales de Mercadona en un acto de Podemos en el Congreso de los Diputados en una intervención que se volvió viral–,  al día siguiente de interponerse esa demanda, la compañía procedió a abrir un nuevo expediente contradictorio, esta vez al ssecretario del Comité de empresa y delegado de MAYSA, con el argumento de que» ha respondido en un tono despectivo a su superior» y «con clara ignorancia del poder de dirección que tiene su mando dentro de su centro de trabajo».

«Pero lo curioso de todo esto son los lapsus de memoria que tiene Mercadona cuando construye expedientes contradictorios y se le olvida poner lo que sucedió realmente; y es que el mando en cuestión, que dirige la tienda de Cabezón, bajo medidas represivas y coacciones invita al secretario del Comité a irse de la empresa en reiteradas ocasiones», apunta.

Recuerdan que con este son cinco los expedientes contradictorios que, en menos de tres meses, se han ejecutado contra miembros de los Sindicatos AITB y MAYSA desde que anunciaron la huelga, en una actitud con la que «queda más que clara la persecución a la parte social».

En estos momentos, detallan, Mercadona se enfrenta en Cantabria además a un aluvión de demandas por vulneración de derechos sobre la conciliación familiar –muchas de ellas interpuestas por el sindicato MAYSA–, en casos en los que la empresa» cambia de manera unilateral conciliaciones que tienen aparejadas una resolución judicial».

«Una empresa que se jacta de cuidar a su plantilla, que tan bien queda reflejado en cada uno de los publirreportajes que construye para limpiar su imagen de cara a la sociedad y que la realidad que esconde es bien distinta, tal y como se puede ver todos los días a través de las redes sociales con el verdadero sufrimiento que padecen los trabajadores de Mercadona», aseveran desde el sindicato.