Desde la distancia de Berlín, desde la distancia de no estar en el día a día de su propio partido y desde la distancia de toda una época, Raúl Gil escribe su libro ‘Con tinta roja’, y, sobre todo, observa.

Observa que algo ha cambiado en España, que “la gente está empoderándose en política”, que ha tomado más conciencia de su importancia y que ahora “hay cosas que ya no pueden hacerse”, tal y como señalaba este miércoles en la presentación en la Librería Gil.

Lo nota en su círculo de amigos más cercanos, esos que antes no hablaban de política y en los últimos tiempos se han acostumbrado a debatir, intensamente, incluso poniéndoselo difícil a la hora de discutir sobre estos temas a los que estaban más habituados.

Raúl Gil firmando ejemplares de ‘Con tinta roja’

Fue secretario general de Juventudes Socialistas de Cantabria en unos años (los de la LOU, los de Irak, los del Prestige) en los que, según recuerda, un grupo de jóvenes, una generación, hizo un esfuerzo por conectar y trabajar con asociaciones y colectivos de la región.

Y fue director general de Juventud del Gobierno de Cantabria, del que presidió Revilla, en su primera etapa, con Dolores Gorostiaga como jefe y vicepresidenta.

De aquella etapa recuerda desde las dificultades para hacer cosas en unos despachos en los que los propios socialistas se sentían «de prestado», rodeados de personal y funcionarios ligados al PP desde tiempos inmemoriales, hasta políticas que pusieron en marcha como la de dependencia o los cursos de idiomas…

Hasta que se encontró a su alrededor con gente que no quería «hacer política», sino que estaban a «otras cosas», algo que le empezó incluso a «afectar personalmente».

Después vinieron otras responsabilidades, hasta la organización de la campaña electoral al Ayuntamiento de Santander, con Eugenia Gómez de Diego como candidata, en un equipo del que formó parte también Ruth Carrasco pero que, las vueltas que dan los partidos, no se convertirá en concejala en Santander hasta ahora, en la recta final de la legislatura. Pese a ser parte del equipo de la candidata, estaba en la lista, pero (cosas de los partidos) más abajo de los que entraron. La propia Gómez de Diego, que empezó la legislatura como portavoz, al haber sido la candidata, ya no ocupa esa responsabilidad. Cosas de los partidos.

En conversación con Gómez de Diego, que le sucedió en la Dirección General de Juventud, rememoraban una campaña marcada por los recelos del PSOE cántabro hacia los socialistas en Santander, y como se corría el riesgo de que lo interno, lo del partido, se comiera el esfuerzo que debía hacerse en lo externo, la conexión con los santanderinos de cara a las elecciones, en un partido con dirigentes más acostumbrados «a ganar congresos que a ganar elecciones».

CON TINTA ROJA

Son algunos de los asuntos que evoca en ‘Con tinta roja’, el libro en el que retrata esos años, editado por crowdfunding por Libros.com, y que presentaba este martes en la Librería Gil, en la santanderina Plaza de Pombo, con un público cómplice entre el que había viejos compañeros de batallas, gente que conoce la Administración por dentro, gente del mundo de la cultura y el excandidato a la Alcaldía por el PSOE, Jesús Cabezón.

Es una “guía de cómo funciona un partido”, un manual de “cómo funciona un partido” y una explicación de por qué los socialistas en Cantabria están fuera del Gobierno por “traicionar el caudal de confianza” que recibieron de los ciudadanos.

Y es, sobre todo, una “reivindicación de lo público”, de la “política con mayúsculas”, como herramienta útil para “cambiar la vida de la gente”.

Desde esa triple distancia, Raúl Gil observa fenómenos como la excesiva influencia que sigue teniendo Revilla en la vida política cántabra o el auge de Podemos, combinado con la sorpresa ante ese mensaje de que PP y PSOE son lo mismo. “El PSOE no es igual al PP pero en algunos momentos lo hemos sido”. Es un lamenta, de libro.