La Plataforma Memoria y Democracia de Cantabria ha convocado una concentración para este lunes 15.30 horas ante el Parlamento, ante el inicio de los trámites para derogar la Ley de Memoria Democrática, a instancias del Gobierno del PP y a petición de Vox.

La convocatoria es justo antes del inicio de la sesión plenaria y se invita a acodir a todas las personas que apoyaron la creación de la Plataforma ante las amenazas de la derogación de la Ley de Memoria, entre ellas asociaciones memorialistas, pero también asociaciones, colectivos, organizaciones y ciudadanos a título particular.

También aspiran a movilizar al conjunto de la sociedad de Cantabria, a quienes recuerdan que PP y Vox están mostrando “ una execrable falta de sensibilidad y de humanidad con todas las víctimas y sus familiares, con los derechos humanos y en general con aquellos principios y valores democráticos que deberían ser referencia en nuestra sociedad”.

Asimismo, advierten de que esta movilización supone el comienzo de otros actos que “desgraciadamente serán necesarios para responder a una derogación que supone un lamentable atentado a los derechos de una sociedad democrática sana y madura”.

VIDAS EN ROJO Y NEGRO

En clave también de memoria, por otra parte, este viernes a las 19.30 horas la Vorágine acoge la presentación de ^‘Vidas en Rojo y Negro’ ,editado por La Vorágine y escrito por Antonio Ladra, que estará en el acto.

Los protagonistas son la familia Ladra, de Toñanes (Alfoz de Lloredo) y su lucha desde el anarquismo por la libertad y la democracia en una España secuestrada por el totalitarismo franquista.

Antonio Ladra, el hijo de Sol Ladra, desde Montevideo, indaga, relata y saca a la luz las vidas de su padre o sus tíos, “una historia tan diminuta como heroica, tan necesaria como invisibilizada”.

Una historia que se cuenta “desde el fondo del silencio y de rincones oscuros de la memoria” y que aborda tanto la parte particular familiar como la universal., con su contexto histórico.

W Es el relato de la guerra, de la valentía y el dolor, de la cárcel y la muerte, de la enfermedad y el exilio, del miedo, pero también de la esperanza en la patria nueva”, en un texto que se convierte en “el último desafío al silencio de una familia anarquista cántabra astillada por la represión y la derrota”.