El colectivo Rock contra el Fascismo, uno de los movimientos que ha denunciado el Galerna Fest, evento con grupos de música con letras señaladas por su contenido racista y de odio, ha celebrado que finalmente la cita ‘naufragó’ ante la “tormenta democrática” de la “unidad ciudadana y el compromiso con la democracia”

Según destacan, “tras una intensa movilización social, el festival fascista Galerna, que pretendía dar cabida a grupos de ideología ultraderechista, ha sido cancelado, consolidando una victoria clave en esta ciudad frente a la intolerancia y los discursos de odio”.

En concreto, detallan que el evento incluía la participación de grupos y asociaciones que promueven ideologías extremistas, como el RIF (identitaria francesa, neofascista) y el RAC (rock anticomunista, ultraderechista). “Especialmente preocupante” era la presencia de Casa Pound, “movimiento fascista italiano conocido por agredir a estudiantes, homosexuales y periodistas”. “Además, los organizadores del festival han mostrado abiertamente su simpatía por esta asociación violenta”, añadían.

Y ponen en valor que “este éxito es mérito exclusivo de la ciudadanía de Santander, que se organizó y movilizó para impedir que el fascismo enraizara en sus calles”, mientras que lamentan la “grave irresponsabilidad y cobardía de las autoridades locales”, señalando tanto a la alcaldesa de Santander, Gema Igual (PP), como la delegada del Gobierno en Cantabria, a quienes reprochan que “no actuaron de forma adecuada ni cumplieron con sus obligaciones como representantes públicas encargadas de velar por la convivencia y la seguridad de la ciudadanía”.

Además, llaman la atención sobre que un representante de los organizadores agradeció públicamente en la prensa a la alcaldesa su falta de acción. “Es inadmisible que una representante pública, cuya obligación es hacer cumplir la ley y proteger los derechos de todas las personas, se haya podido permitir ser cómplice, siquiera por omisión, de la proliferación de discursos que atentan contra la convivencia democrática. Tanto el Código Penal como la legislación local son claros respecto a la difusión de mensajes de odio en actos públicos, y aquí se violaban sin que ninguna autoridad interviniera de manera efectiva”, han incidido.

Ponen como ejemplo de los lemas que lanzaron en la manifestación –otro de los actos organizados en la cita-  “abiertamente fascista”, como «España cristiana y no musulmana» (sic). “Las autoridades no solo debieron prohibir la marcha ante el simple lema de la misma, sino detenerla en cuanto aparecieron los primeros mensajes racistas y fascistas. Es urgente evitar que nuestras calles se conviertan en escenarios de linchamientos como ya ha sucedido en otros países europeos”, advirtieron.

Y también criticaron la “escasa protección policial” que recibió la manifestación democrática de la tarde, convocada por ciudadanos en defensa de la igualdad, la tolerancia y los derechos humanos. “Esta falta de seguridad generó momentos de gran peligro cuando infiltrados de ideología nazi intentaron agredir a los manifestantes. Resulta inaceptable que se priorice la seguridad de grupos fascistas mientras se deja vulnerable a quienes defienden la democracia y la justicia social”, critican.