Izquierda Unida de Cantabria exige respuestas y actuaciones al Consejero de Educación, Formación Profesional y Universidades de Cantabria, Sergio Silva, sobre los cambios en los exámenes de la Prueba de Acceso a la Universidad.

Según explica el coordinador de la coalición cántabra, Israel Ruiz Salmón, la implantación progresiva de la LOMLOE indica que no puede pasar de este año una adaptación a un modelo más competencial, pero, con la excusa de la pandemia, estos cambios se han ido retrasando. “Ahora, cuando ya estamos en el curso en el que la nueva PAU se debe implantar, los estudiantes y docentes de Bachillerato han comenzado el curso sin tener claro de qué se van a examinar aquellos estudiantes que intenten acceder a la universidad”, continúa.

“Ha sido como quien deja los deberes para el último momento”, señala Ruiz Salmón. “Ni modelos, ni un comentario, ni una indicación: la Consejería y Silva no han dado a los docentes nada con lo que trabajar”, añade. En la práctica, todo Bachillerato, y muy especialmente el segundo curso, está muy orientado a preparar la EBAU. El cuerpo de docentes está teniendo que hacer cábalas sobre los aspectos del currículo en los que deben incidir más.

“Es una situación ridícula”, dicen desde la formación, “para los estudiantes, que afrontan un curso muy estresante; para los docentes, que tienen una carga extraordinaria de responsabilidad; y para las familias, que ven cómo el futuro de sus hijos e hijas está condicionado porque los responsables no hacen su trabajo”.

El líder de IU afirma que “no es una cuestión partidista, sino de incompetencia: en Galicia, donde también gobierna el PP, tienen modelos de exámenes desde hace un tiempo”. “Si se quisiera haber orientado a los educadores, se podría haber hecho de mil formas”, incide.

“Esta dejación de funciones de la Consejería podría tener consecuencias tremendas” y, por ello, desde Izquierda Unida de Cantabria exigen que, “en la próxima semana, se aclare cómo van a cambiar los exámenes”.

Ruiz Salmón concluye, advirtiendo que “se coloca a los estudiantes en una posición de desigualdad respecto a otras comunidades donde los docentes sí tienen más información; con el distrito universitario único, todos van con la misma nota y, si consideramos la menor oferta pública universitaria en Cantabria comparada con otras comunidades, puede que la opción para muchas familias sea dirigirse a la universidad privada”.