“La cultura no está para diseminar discursos de odio”: la Asamblea Antifascista de Cantabria advierte de que “redoblarán” esfuerzos para evitar eventos nazi-fascistas
La Asamblea Antifascista de Cantabria ha denunciado el ataque nazifascista a la manifestación contra el fascismo que se produjo el pasado sábado en rechazo a las actividades en torno al Galerna Fest, y ha criticado la actuación policial e institucional ante el evento organizado por la asociación Alfonso I .
Un programa que finalmente no pudo celebrarse tal y como estaba previsto inicialmente en su totalidad, pero del que lamentan que no tuviera trabas o rechazo por parte del Ayuntamiento de Santander o Delegación de Gobierno.
Además, critican la colaboración policial con la manifestación nazi-fascista convocada el mismo día, al permitirles ocupar vías públicas que no estaban legalmente comunicadas por los convocantes. Con el agravante de que “se desalojó a las compañeras de las Asambleas Feministas de Cantabria del Ayuntamiento de Santander, donde estaban realizando una actividad en favor del aborto, esta sí, reglamentariamente comunicada.”
Frente a esto, en la manifestación convocada por las organizaciones antifascista, la actuación policial intentó “detener la marcha antes del lugar donde se tenía autorización para finalizar la convocatoria”. A pesar de esta intentona, la manifestación consiguió llegar hasta el lugar previamente comunicado y, allí, afirman haber sufrido “un ataque fascista por parte de tres individuos” que recorrieron la manifestación “insultando, amenazando e intentando robar banderas” de las personas presentes en la movilización.
El colectivo antifascista declara que fue “la respuesta rápida de las personas cercanas” la que impidió que “la cosa fuera a mayores”, y vuelven a denunciar a la comitiva policial por “dar refugio a atacantes nazifascistas” y por “amenazar a los manifestantes con cargar contra la manifestación si estos no abandonaban la carretera que solo habían ocupado momentáneamente como respuesta al ataque fascista”. Y apuntan que “además del ataque a la movilización antifascista, durante los días previos, también se produjo la persecución e intimidación a varios activistas antifascistas”.
La Asamblea Antifascista defiende el carácter democrático, de derechos humanos e internacionalista de su convocatoria y lo ponen en contraste con lo que se produjo en la manifestación fascista: “la parafernalia militar, los eventos de artes marciales, los conciertos de grupos con letras de odio y violencia explícita contra minorías y los discursos de incitación al odio”, que, remarcan, están lejos de poder considerarse “pacíficos”.
Según el colectivo antifascista, su denuncia con respecto a este festival de carácter fascista y racista trata de evitar un “problema grave” que corre el riesgo de derivar en “disturbios raciales” semejantes a los acaecidos en el Reino Unido este verano, debido a la “instrumentalización por parte de la extrema derecha, culpando al extranjero o al diferente, de las pésimas condiciones laborales de los y las trabajadores, la falta de vivienda digna, recortes en los servicios públicos o las altas tasas de paro.”
Para finalizar, la Asamblea Antifascista de Cantabria, muestra su deseo de que el próximo año “no se vuelva permitir la realización de este mal denominado festival cultural” porque “la cultura no está para diseminar discursos de odio” ni “cualquier otro evento nazi-fascista similar” y, eso sí, afirman que, en caso de realizarse les “volverán a encontrar en frente” y “redoblarán esfuerzos para cuadruplicar el numero de manifestantes mediante la unión de todas las fuerzas, progresistas, socialistas, comunistas, anarquistas o simplemente ciudadanos demócratas.”