«No pretendemos erigirnos en portavoces de nada»
Dentro de la música estatal, Alcalá Norte es una de las noticias de 2024 (por cierto, con bajista nacido en Santander). Es el año en que han sacado su primer disco largo, homónimo, y está teniendo bastante éxito. Tanto es así, que el grupo está embarcado en una larga gira por España que hace parada en Santander este sábado.
Se celebra en el Palacio de Festivales el Indiferente Festival. Comenzará a las 12:30 del mediodía. Tendrá una primera parte, en el Escenario Talleres, con las actuaciones del artista cántabro Kerchak y de Ultraligera, con pinchada también de Tropical Brothers. La segunda parte arrancará a las 18:30 en la Sala Pereda. Ahí estará a los platos Patrullero, y los grupos que actuarán serán La Paloma, Clásicos indiferentes, Carlos Ares y el cierre con Alcalá Norte.
El nombre de la banda es el de un centro comercial que hay en el barrio de Ciudad Lineal, en Madrid. Álvaro Rivas, el cantante del grupo, cuenta en una entrevista concedida a EL FARADIO una curiosa coincidencia, y esuqe hubo un grupo en Barcelona que se llamaba Ciudad Lineal. Es el nombre que querían para ellos, pero por esa coincidencia eligieron poner otro nombre que aludiera a su barrio. «Me encantaría hablar con esa banda. Se separaron justo antes de que empezáramos nosotros. Además hacían un estilo de música similar al nuestro, estilo post-punk», dice Rivas.
De hecho, el cantante cita una canción de ese grupo catalán, ‘Máquinas’, que es justo lo que Alcalá Norte tenía intención de hacer como música cuando empezaban a juntarse en un local de ensayo. Quién sabe si en un futuro pudiera plantearse que ambos grupos acaben tocando juntos en algún sitio.
El post-punk entra dentro de lo que se puede considerar como un estilo desenfadado, incluso provocativo. Algo que musicalmente no es muy complicado, pero suele resultar muy efectivo y que escoge un carril distinto de la música más comercial. No tan rabioso como el punk, pero que lleva décadas teniendo referentes que han ido surgiendo en muchos lugares. Rivas alude a bandas antiguas como Joy Division o New Order, auténticos iconos de la música.
Alcalá Norte puede resultar algo parecido a la música de la movida madrileña de los años 80 del siglo pasado. Sin embargo, Rivas no conoce mucho de aquella música. Aunque lo primero que tocaron en el local fue el ‘Perlas ensangrentadas de Alaska y Dinarama, el estilo post punk es un sitio donde se sienten más cómodos y reconocidos.
Hace referencia Rivas a la supuesta responsabilidad que puede tener él y la banda en conjunto de conocer más grupos. «Me gustaría tener más pasión por consumir música, pero mi cerebro se siente cómodo con lo que ya ha escuchado». En realidad, tampoco es que estar en un grupo de música signifique estar obligado a conocerlo todo. A veces descubrir cosas nuevas puede ayudar a encontrar vías de inspiración, pero a un pintor tampoco hay que exigirle conocer toda la historia del arte para que pueda hacer nuevos cuadros.
A quien sí cita como una inspiración, como alguien que abrió un camino es a Markusiano, otro artista madrileño que tira del proyecto Depresión sonora para hacerse un nombre en ambas orillas del Océano Atlántico.
Alcalá Norte, tras la publicación del primer disco, acaba de llegar al momento de poder dedicarse exclusivamente a la música. «Antes me despertaba para ir a una oficina, pero ahora ya no», cuenta Rivas. Con los años que llevan como grupo y con lo que ve a su alrededor, no tiene dudas: «es una suerte que flipas».
Aunque Madrid tenga más oportunidades por tener una mayor infraestructura, son la gran mayoría las bandas que se quedan por el camino. Y Rivas ve que ellos vienen del amateurismo y que muchos grupos son muy profesionales, ponen toda su ilusión, pero llega un punto en que ven que no han podido dar ese salto. Por eso pone en gran valor que ahora ellos sí hayan llegado, como si unas «varitas mágicas» hubieran jugado a su favor. «Ahora nos podemos profesionalizar y tenemos que aprovecharlo, otras muchas bandas no han podido», resume.
Pero no por haber llegado se sienten más que nadie. «No pretendemos erigirnos en portavoces de nada», sostiene. Ellos quieren seguir haciendo lo que les apetece y poder contar historias a quien las quiera escuchar, pero remarca que no hacen canciones para hablar de los problemas de su barrio, que es bastante heterogéneo. Pone como ejemplo que Zinedine Zidane, el exjugador y exentrenador del Real Madrid, también vive en su distrito, y seguro que los temas de conversación de su casa son distintos de lo que se habla en otras viviendas de Ciudad Lineal. «En cada esquina se habla de una cosa. Si lo buscas en Google, verás que se habla de puñaladas, pero eso no es verdad», no es lo que prima allí.
El caso es que sí ve a mucha gente enchufada en el ámbito musical. «Hace 10 años yo no veía esta efervescencia». Algo se mueve por Ciudad Lineal, y Alcalá Norte se puede estar convirtiendo en la punta del iceberg, algo que sí destaca y que se da a conocer en muchos más sitios, pero que convive con muchas otras realidades en su entorno. El Palacio de Festivales comprobará el sábado lo que esta banda lleva dentro.