“Las hermanas de Manolete”, cuando el teatro sube al Palacio de Festivales y baja a una escuela santanderina

Una obra que recrea la España de la posguerra y la autarquía franquista a partir de la figura del torero Manolete -Manuel Laureano Rodríguez Sánchez- y sus mujeres se presentó el pasado miércoles en el Palacio de Festivales. “Las hermanas de Manolete” son todo un ejercicio actoral de tres actrices en un gran momento interpretativo, viviendo apasionadamente sus papeles, más bien dramáticos. Dos de ellas se presentaron al día siguiente en un colegio: medio centenar de infancias les llenaron a preguntas.
Tiempo de lectura: 3 min

LAS HERMANAS DE MANOLETE (Miércoles 9 de octubre – Sala Pereda)

Después de dos años de giras españolas llega a un escenario de Cantabria una obra polémica y reivindicativa donde desde la ficción se recrea la vida de personajes reales: un torero, su madre, sus hermanastras, su novia y un toro de nombre Islero (es decir, Manolete, Angustias madre, Angustias y Dolores hermanas, Lupe Sino y un miura de 495 kilos). El día nefasto para toro y torero fue el 28 de agosto de 1947, plaza de toros de Linares. Antes y después suceden muchas cosas en torno al diestro, muerto a sus treinta años; algunas se recogen en la obra para armar una tragedia centrada en un universo femenino sufriente y maltratado. La autora del texto y actuante -Alicia Montesquiu- comenta que “buscaba encontrar una historia y la encontré en una crónica de la época en que para hacer daño al torero Dios aparecen las hermanas de Manolete como prostitutas”. Una insultante frase dicha en el coso de la ciudad natal de Manolete en 1943 y escrita en papel, detonante de muchas amarguras familiares.

El escenario semeja una casa con una cocina antigua de carbón y una radio como informante principal. Una casa que se transforma en habitación de hotel y en pantalla de una proyección en blanco y negro. Antes, la ambientación previa fueron pasodobles, el NoDo y voces de un albero. Aparecen dos figuras de negro -Manuela y Remedios, hermanas(tras) de Manolete- que buscan poder hablar con Lupe Sino para entregarle el traje de luces de la última corrida de su hermano. El continuo diálogo entre las tres -noventa minutos de tensión escénica- se ve cortado por una voz en off que simula ser un director de una película dando ordenes de planos y escenas. Una mezcla de teatro cinematográfico que resulta ser un recurso que rompe el ritmo de la historia, que avanza para adelante y para atrás según criterios de un guion y una dirección -Gabriel Olivares- que no siempre se corresponde con lo que ocurrió realmente en aquellos años.

Saltando de la II República a un anuncio de un nutriente Ceregumil en años de hambre, la obra logra revivir el ambiente agobiante para las mujeres de la posguerra española con tres interpretaciones magistrales de Ana Turpin, Alicia Cabrera y Alicia Montesquiu. Sus diferentes registros, sus cambios de actitud, sus penas y pocas alegrías se viven; hay mucha empatía del público -mayoritariamente femenino-. Todo acaba con una frase lapidaria: “Dos sillas y una mesa. Lo que puedes tocar, esa es la verdad”. Dicha por sus hermanas(tras), sigue bastante vigente casi ochenta años después de la muerte de Manolete. Una canción de C. Tangana cierra irónicamente la obra: «Demasiadas mujeres».

ANA TURPIN Y ALICIA CABRERA (Jueves 10 de octubre – Colegio Magallanes)

En un salón de actos de una escuela con pequeños comediantes entre los tres y los seis años aparecieron a medida mañana de un día luminoso dos actrices de larga trayectoria teatral y cinematográfica: la coruñesa Ana Turpin y la granadina Alicia Cabrera. Recibidas con alborozo, regalos de decenas de dibujos y un video introductorio, los niños del Colegio Público Magallanes pasaron rápidamente del asombro a la curiosidad.

Ellos forman en su cole un grupo de teatro con nombre y patrocinador conocido: el actor Roberto Enríquez, mentor cada curso de nuevos aprendizajes. El del día fue que para dedicarse al teatro hay que estudiar, que lleva tres meses dominar un papel y siempre con mucho esfuerzo. Alicia les habló de sus días de escuela y Ana de que quiso ser controladora aérea o médico. Ahora, actrices de teatro, televisión, cine y comerciales varios, reconocen que nunca han tenido espectadores tan emocionados. Una iniciativa de un colegio que actúa y recibe actores. Ellas -las profes y actrices- son por orden de aparición de izquierda a derecha: Pati, María, Alicia, Ana, Susana y María.

Mostrar comentarios [0]

Comentar

  • Este espacio es para opinar sobre las noticias y artículos de El Faradio, para comentar, enriquecer y aportar claves para su análisis.
  • No es un espacio para el insulto y la confrontación.
  • El espacio y el tiempo de nuestros lectores son limitados. Respetáis a todos si tratáis de ser concisos y directos.
  • No es el lugar desde donde difundir publicidad ni noticias. Si tienes una historia o rumor que quieras que contrastemos, contacta con el autor de las informaciones por Twitter o envíanos un correo a info@emmedios.com, y nosotros lo verificaremos para poder publicarlo.