Este martes, 15 de octubre, arrancará la ruta Yo trabajo positivo, una iniciativa de la coordinadora Trabajando en positivo, una red que agrupa a entidades que ayudan y asesoran a personas con VIH, centrada en el mundo del trabajo y presidida ahora desde Cantabria, por ACCAS.

La ruta busca erradicar la discriminación de las personas con VIH en entornos laborales, reforzando la labor que hacen todo el año tanto en la asesoría a trabajadores sobre sus derechos como en la formación a empresas.

En este 2024, la campaña permanecerá activa del 15 de octubre al 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos, en los que difundirán acciones y mensajes sobre la inclusión, la sostenibilidad, la igualdad, la no discriminación y la salud, con la participación de instituciones públicas y administraciones, empresas, sindicatos, sociedades científicas, organizaciones sociales y medios de comunicación.

Además, en esta edición se hará especial hincapié en la salud, ya que el envejecimiento y la calidad de vida de las personas con VIH está directamente relacionado con el ejercicio físico y la dieta equilibrada.

Así, se resaltará el papel fundamental en la mejora de la calidad de vida de las personas con VIH que desempeñan los gimnasios, centros deportivos y empresas dedicadas al bienestar y la salud.

Según recuerdan, un gimnasio es una empresa y un centro de trabajo, además es una alternativa de ocio y tiempo libre saludable.

Los distintos hitos de la campaña, que invitará, por ejemplo, a actividades de ejercicio físico o meditación, pueden consultarse en sus redes sociales. La presentación oficial será el martes 15.

UNA DISCRIMINACIÓN QUE ES NEGACIONISTA DE LOS AVANCES CIENTÍFICOS

Pese a los avances en los últimos años, que han conseguido mejorar la calidad de vida de las personas con VIH y que deje de ser equivalente a lo que suponía en los años 80 y 90 para pasar a ser más un problema de salud crónico, el estigma y la discriminación en el ámbito laboral de las personas con VIH sigue siendo un grave problema.

Informes recientes confirman que sigue existiendo un rechazo importante a la hora de compartir un espacio de trabajo con una persona con el VIH: un 35% de las personas no compartiría su lugar de trabajo con otra persona que tiene VIH, según la última encuesta global de la OIT y el mundo del trabajo (2023)

El estudio de Creencias y actitudes de la población española hacia las personas con el VIH (Ministerio de Sanidad, CESIDA y Universidad de Alcalá, 2021) muestra que, aunque se ha reducido el grado de incomodidad al compartir un espacio de trabajo con una persona con el VIH (19,3% de las personas encuestadas, frente al 30,8% en 2008 y el 25,8% en 2012), ha aumentado la intención de evitar esta situación, dado que un 25,2% de las personas que expresan dicha incomodidad pediría que su compañero/a fuera cambiado/a a otro sitio o se cambiaría si pudiera (23,7% en 2012).

Además, la Encuesta sobre conocimientos y actitudes asociadas al VIH en el entorno empresarial (myGwork y Trabajando en Positivo, 2020) identifica que, incluso en empresas con políticas claramente orientadas a la inclusión y a la diversidad, existen dudas entre su personal sobre la obligación de las personas con el VIH a comunicarlo en su entorno laboral. Por ejemplo, un 27% tenía dudas o creía que deberían estar obligadas a hacerlo.