El PRC de Santander ha urgido al equipo de Gobierno a rehabilitar la Casa Rosales, ubicada en la finca La Mataleña, para convertirla en el centro de recepción de visitantes del futuro Geoparque Costa Quebrada, así como en espacio de difusión del mismo y de sus valores medioambientales, culturales, etnográficos, patrimoniales y arqueológicos.

Así se desprende de la moción que este miércoles ha presentado el portavoz regionalista, Felipe Piña, en la que pide realizar un informe que determine el estado actual de la Casa Rosales y, en función del mismo, «recuperar el edificio para la ciudad» aprovechando la «oportunidad» abierta con la incorporación de Costa Quebrada a la Red Mundial de Geoparques el próximo mes de abril.

En concreto, la intención es convertir este espacio en un centro de recepción de visitantes como excelente punto de partida para la visita, ofreciendo una visión general y material de difusión, que sea sede de actividades y charlas vinculadas al mismo, así como un centro de interpretación y educativo para escolares, turistas y santanderinos.

La propuesta pretende «dar una segunda oportunidad» a este edificio «emblemático», dignificarlo y recuperar su antiguo esplendor y permitir su conservación integrada en el Geoparque, ya que se encuentra en un «lugar estratégico».

Asimismo, Piña ha subrayado que esta «solución» atajaría varios problemas como el «turismo masivo y descontrolado» que hemos visto este año, el «abandono permanente» a las actividades culturales en la ciudad y la «falta de seguridad» que presenta actualmente el edificio, con riesgos importantes en su estructura y ocupaciones habituales para hacer botellones.

«Es una auténtica pena ver el estado en el que se encuentra este edificio con el valor patrimonial que encarna», ha lamentado el portavoz regionalista, quien ha pedido «voluntad política» para «abrir este espacio municipal a los santanderinos».

En este sentido, ha primado la puesta en valor de este edificio frente a las últimas actuaciones, en su opinión «poco acertadas», presentadas por el equipo de Gobierno como construir un aparcamiento de cuatro millones de euros donde ya existe uno, remodelar los Jardines de Piquío por casi dos millones, crear un carril bici doble a través la S-20 por dos millones de euros o la remodelación del dique de Molnedo.

Asimismo, ha señalado que la recuperación y puesta en valor de este enclave también puede generar unas «sinergias transformadoras» en la zona, «aumentando su ya enorme valor natural y paisajístico y recuperando parte de la memoria patrimonial de la ciudad».

Piña ha recordado que hace dos años el Pleno municipal aprobó «por unanimidad» la propuesta del PRC para «actuar de forma urgente» en este edificio con el fin de evitar su derrumbe. En la propuesta se instaba al equipo de Gobierno a proceder a la recuperación y puesta en valor del edificio y la finca colindante, así como la realización de un concurso de ideas destinado a dar un uso adecuado al edificio, «priorizando un destino cultural vinculado al patrimonio natural y paisajístico de la zona».

Los regionalistas volvieron a interesarse por la situación de la Casa en noviembre del año pasado, cuando preguntaron al equipo de Gobierno por los trabajos realizados hasta el momento, cuando se indicó que se hacían «arreglos puntuales» y que se realizará la rehabilitación «en un futuro» y hoy han comprobado que su situación «ha empeorado».

Desde el PRC han subrayado que la finca de la Casa Rosales se encuentra en una parcela de más de seis mil metros cuadrados con una casona de dos cuerpos unidos por otro de enlace y con dos plantas generales, más una de ático para las habitaciones de la servidumbre y otra de sótano para la caldera de calefacción y lavaderos, con hall comedor, despacho, tocadores, dormitorios, sala de costura…