opinión por ADRIÁN INCERA

Este viernes 25 de octubre, Escenario Santander tenía programada la actuación de las bandas gallegas Triángulo de Amor Bizarro y Grande Amore, dos iconos de la escena de la música independiente nacional.

Triángulo celebran en esta gira su 20 aniversario, y para ello han preparado una propuesta bastante original en la que, en cada ciudad que visitan, sacan al azar dos cartas de una baraja de tarot, a partir de las cuales deciden que dos álbumes de su discografía van a interpretar en directo.

No hará falta pararse a explicar los motivos por los cuales esta propuesta es un regalo para cualquier fan de la banda. La gira está funcionando con bastante éxito en los distintos puntos del país por los que pasa, reuniendo a sus seguidores para disfrutar de este repaso por la estupenda discografía que una banda que lleva 20 años en activo atesora a sus espaldas.

En Santander en cambio, ayer miércoles recibíamos la terrible noticia de la cancelación del evento. El motivo: una escasísima venta de entradas que lo hacen a todas luces inviable.

Cabe preguntarse que es lo que ocurre en nuestra ciudad para que un concierto de un calado como este no pueda celebrarse mientras que en otras localidades como León, con similar densidad de población, sea un éxito. ¿Cómo es posible que en el mismo Santander, a tan solo dos semanas antes, propuestas como la de Indiferente hayan podido salir adelante en contraste con esta inesperada cancelación?

Javier Santamaría, antiguo promotor de eventos locales como Campamento Base, achaca parte del problema a la falta de espacios de ocio nocturno relacionados: “hace años se generaban entornos en los cuales la gente tomaba ciertas referencias». «Ahora, todo eso se ha perdido”, lamenta.

Lo que parece claro es que la escena independiente de nuestra región ha resultado tremendamente dañada en el escenario post-pandemia, dejando un panorama nada halagador en el que difícilmente nadie querría apostar demasiado. En este aspecto, son de admirar propuestas como la de Infest Discos que, sin ninguna garantía, se lanzan a la creación de un sello discográfico para la promoción de bandas locales y a la programación de eventos de mediano aforo.

La escena independiente se construye desde abajo. Si existen soluciones, todas ellas pasan por la colaboración mutua, el apoyo a las bandas locales, el abandono del individualismo ultracapitalista de tantos años en redes sociales y la construcción de nuevos espacios propios y colectivos donde desarrollar y compartir nuestras inquietudes culturales, sentando la base para que propuestas como la de Triángulo de Amor Bizarro y Grande Amore tengan cabida en nuestra comunidad.

Por lo pronto, este sábado actúan las bandas Bañaperros y Los Aviones en la sala Niágara. Yo me pasaré a verlos, y si a ti te parece importante algo de lo que has leído en este artículo, tal vez deberías hacer lo mismo. Allí nos vemos.