Es una de las situaciones que todos vamos a vivir alguna vez en la vida, y no sólo porque nos acabe llegando a nosotros, sino porque le tocará a alguien de nuestro entorno, un ser querido, o a alguien cercano a nuestros seres queridos.

Y pese a ser una de las certezas más absolutas que podamos tener, es uno de los asuntos de los que menos se habla, un silencio tal vez por miedo a admitir el dolor que inevitablemente acaba produciendo más dolor cuando finalmente te topas con ella.

Romper ese silencio es una de las misiones de los Death Café, una iniciativa replicada por todo el mundo que en los próximos días se produce en Cantabria de la mano de La Vorágine y un colectivo muy en contacto con el dolor y la muerte, el Colegio de Enfermeras y Enfermeros.

Death Cafe es un grupo organizado de discusión sobre la muerte sin un guión cerrado ni objetivos concretos. El propósito es fomentar la conciencia social de la muerte desde varios puntos de vista para valorar la vida y romper el tabú que supone hablar de todo lo relacionado con la muerte.

Habrá sesiones los martes 5 y 26 de noviembre, y el martes 3 de diciembre, de 19 a 21,30 horas, con inscripción previa.

El modelo Death Cafe fue desarrollado por Jon Underwood y Sue Barsky Reid , basado en las ideas de Bernard Crettaz. Desde 2011 se han llevado a cabo casi 4000 sesiones en más de 40 países.

En el Death Cafe tan sólo se pretende hablar libremente de la muerte mientras se toma un café y un bizcocho o pastas. No es un grupo de apoyo al duelo ni un lugar de apoyo a experiencias personales. No pretende recaudar fondos. Tampoco pretende elaborar conclusiones del encuentro. Es confidencial y respetuoso.