La Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras en Cantabria (CCOO) ha lamentado hoy que la Consejería de Educación del Gobierno de Cantabria haya hecho caso omiso al requerimiento de la Inspección de Trabajo tras la denuncia de este sindicato y que instaba a la administración a subsanar las deficiencias existentes en el IES Augusto González Linares de Santander.

Para el sindicato, es inaudito que se siga condenando al personal y al alumnado de este centro a dar y recibir las clases en condiciones precarias y en un estado de riesgo constante y que no hayan servido de nada las movilizaciones que unieron a profesorado y alumnado bajo una misma causa y que, además, fueron el germen de este conflicto. Al respecto, desde la Federación de Enseñanza de CCOO en Cantabria no han descartado iniciar nuevas concentraciones o acciones reivindicativas si la administración sigue mirando hacia otro lado.

Tras dar margen a la Consejería de Educación para cumplir con el requerimiento, y tras comprobar que poco se ha hecho, la Federación de Enseñanza volvió a poner en conocimiento de la Inspección de Trabajo la situación y, una vez más, le ha vuelto a dar la razón señalando que está casi todo pendiente y que, por tanto, elevan el requerimiento a la Delegación del Gobierno, que es el siguiente trámite cuando se trata de un organismo público.

“En el caso de las administraciones públicas, la Inspección de Trabajo no puede sancionar directamente sino que ahora va a Delegación de Gobierno. Es una vergüenza que todo siga igual, que no se haya hecho casi nada por resolver los problemas estructurales que hay en este centro y que se están volviendo crónicos. Y es intolerable que haya que remitirlo al Gobierno central, parece que poco o nada importa la calidad y las condiciones de vida y de trabajo de quiénes a diario acuden a este centro”, ha señalado Conchi Sánchez, secretaria general de la Federación de Enseñanza de CCOO en Cantabria.

Fue hace más de diez meses cuando Inspección de Trabajo dio la razón a la Federación de Enseñanza, que denunció que el centro no reunía las condiciones mínimas de seguridad y que, además, se obligaba al personal a trabajar en condiciones precarias. Concretamente, advertían de que tanto el edificio como el entorno exterior sufren un deterioro estructural que provoca repetidas inundaciones y que en las aulas hay grietas por las que se filtra el agua y que producen goteras.
Inspección de Trabajo ha apuntado ahora que no se ha cumplido la propuesta de requerimiento formulada por la Inspección en lo que se refiere a los deshumificadores, que no se ha cambiado la carpintería exterior ni las ventanas y que no hay información sobre la reunión de revisión de la evaluación de riesgos del mes de abril de 2024.

“Seguiremos denunciando las malas condiciones de este centro si la Consejería sigue sin ponerse las pilas y sin hacer nada por mejorar las instalaciones porque la pasividad y la dejadez que han demostrado es intolerable. No descartamos volver a llamar a la movilización”, ha concluido Conchi Sánchez.