Mientras sobre el terreno continúa una reconstrucción de lo material que será larga, la crisis a raíz de la DANA ha desatado muchas otras alarmas entre quienes llevan años advirtiendo sobre los efectos del cambio climático.

Como Juan Bordera, periodista, activista por el medio ambiente y diputado de Compromís, que analizaba algunos de estos aspectos en La energía del cambio, la sección de EL FARADIO en colaboración con la cooperativa de energías renovables cántabra SOLABRIA

Así, advertía de que zonas como La Albufera, cuyos valores ambientales se querían promocionar y divulgar, han sido muy afectadas, además de incidir en el impacto en la salud mental de los valencianos por la catástrofe sufrida o la preocupación que se ha desatado a raíz de la desinformación, no sólo en redes, sino también en los grandes medios convencionales.

“Toca ser realista”, señala Bordera, que señala que estudios científicos ya apuntan a que toda la costa Mediterránea está en alerta, de un modo similar a la exposición que tienen a otros fenómenos regiones como Florida o el Caribe, pero también la zona cantábrica va a estar expuesta “a vientos cada vez más extremos”.

Ese realismo por el que aboga implica la prevención de la próxima DANA, no sólo a nivel de coordinación, y también de la labor didáctica de los medios de comunicación, sino en el plano más físico y material, planteando “deshormigonar”, ya que se ha construido mucho en zonas inundables a las que la naturaleza tienda a volver.

Se trata, en definitiva, de “asumir que el clima que hemos conocido no va a volver y la infraestructura que tenemos no está adaptada ni al clima que tenemos ni al que va a venir”, remarcaba, concediendo que puede sonar duro, pero recalcando que “más duro será si no hemos hecho los deberes, cuando lleguen”.