El camargués Jesús Choya Soria recibirá el sábado 30 un homenaje en el que será nombrado ‘Peregrino de la Vida’
El Ayuntamiento de Camargo ha acogido hoy la presentación del homenaje organizado por la Asociación Amigos de los Caminos de Santiago ‘Peregrinos por Cantabria’ a quien fuera uno de los fundadores de la misma en 1987, el camargués Jesús Choya Soria, fallecido en enero del pasado año.
Choya, a quien le será otorgado el reconocimiento de ‘Peregrino de la Vida’ en un acto conmemorativo que se celebrará el sábado 30 de noviembre, a partir de las 12.00 horas, y que consistirá en una marcha a pie desde el Colegio Altamira –del que fue maestro, fundador y director- hasta la Ermita de Santiago, «dejó», en palabras del alcalde de Camargo, Diego Movellán, «una huella en todos los que fuimos sus alumnos».
«Jesús Choya abrió todas las posibilidades de futuro que tienen las personas bien formadas en conocimientos y en valores, cuando además se sienten libres para explorar su creatividad», ha manifestado el regidor, quien también ha querido poner en valor su «dedicación incansable» al Camino de Santiago, dejando una «aportación personal que hoy es recordada por tantos peregrinos».
El acto de homenaje comenzará con la concentración de los peregrinos y amantes del Camino de Santiago por Cantabria, así como de miembros de la comunidad educativa que tuvieron contacto con él a través del Colegio Altamira, ubicado en Revilla de Camargo, en la explanada del centro. Un homenaje el que Valeriano Teja, presidente de la Asociación, y Jenny Gómez, directora actual del colegio, harán entrega de una ‘Rosa Peregrina’ a su hijo, Jesús Choya Zatarain.
Posteriormente, los asistentes realizarán una peregrinación de 2,7 kilómetros hasta la Ermita de Santiago, donde se plantará otra ‘Rosa Peregrina’ junto a una placa conmemorativa que incluirá un código QR a través del que acceder a los datos biográficos más relevantes de la vida de Choya.
«Su fallecimiento el año pasado es una etapa más del camino de la vida, y él se ha quedado en esa etapa, por lo que nosotros queremos seguir recordando su compañía, la que hemos tenido a lo largo de tanto tiempo juntos», ha aseverado Valeriano Teja en la presentación de este evento conmemorativo a la figura de Jesús Choya, donde ha avanzado que en el mismo se reunirán personas del entorno de Jesús Choya tanto desde el punto de vista de la peregrinación en el mundo jacobeo, como de la comunidad educativa.
A este reconocimiento público se ha sumado la directora de la Fundación Camino Lebaniego, Pilar G. Bahamonde, quien ha afirmado que es un «honor» poder participar en este evento que «pone en valor» a una persona «emblemática». «Jesús Choya ha sido una piedra angular en la peregrinación en Cantabria», ha señalado Bahamonde, puesto que «cuando nadie hablaba de peregrinación en nuestro territorio, Choya dejó una clara simiente e impregnó su actividad docente de ese espíritu de la peregrinación».
«Personas como él son vinculantes para coger ese patrimonio inmaterial que tenemos y llevarlo adelante con todo lo que significa para la sostenibilidad de todos los territorios que incardinan los caminos de peregrinación por Cantabria», ha reseñado la directora de la Fundación Camino Lebaniego. Una opinión que ha sido corroborada por la directora del Colegio Altamira, Jenny Gómez Segura, quien como antigua alumna de Choya se ha considerado «afortunada» por haber recibido su «pasión por la cultura».
«Jesús Choya fue como un segundo padre tanto dentro como fuera del colegio», ha recordado Gómez Segura, quien ha reivindicado la «huella imborrable» dejada por Jesús Choya Soria en la comunidad educativa como fundador y docente del colegio Altamira, desde donde fue promotor de actividades como las marchas en bicicleta, algunas de ellas realizadas en el Camino de Santiago, consolidando una comunidad unida alrededor del centro educativo. Asimismo, fue también un gran amante de la música y del cine, dos facetas artísticas que, junto a la historia y la literatura, dejaron a través de su enseñanza un legado entre sus alumnos.
La historia de la ‘Rosa Peregrina’ comienza con el médico y biólogo alemán Norman Sinclair en un proyecto que une naturaleza, cultura y espiritualidad a través del Camino de Santiago. Enamorado de la rosa Castell d’Alaquàs, Sinclair la rebautizó como rosa peregrina y creó la Vía Floral del Camino de Santiago, plantándola desde Alemania hasta Galicia, embelleciendo el recorrido y simbolizando la conexión entre personas y culturas. Su iniciativa se ha expandido al Camino Lebaniego en Cantabria, donde, junto con asociaciones locales, ha continuado sembrando estas rosas como un legado de esperanza, unión y permanencia para los peregrinos.
La Asociación Amigos de los Caminos a Santiago y Santo Toribio, con sede en Camargo y denominada actualmente ‘Peregrinos por Cantabria’, fue fundada en el año 1987, siendo una de las primeras en constituirse con el objeto de favorecer el tránsito de los peregrinos por esta comunidad autónoma.