El aparcamiento de Schrödinger: «una oportunidad para la ciudad» que no se afronta con fondos propios porque no se ve «prioritaria»
El Estado desestima las alegaciones del Consistorio, que quiso que el Gobierno central cargara a fondos europeos las modificaciones que alteraban el proyecto que había presentado
La última bala del Ayuntamiento de Santander para tirar para adelante con el proyecto que denominaban aparcamiento disuasorio en el actual aparcamiento del Racing no ha funcionado.
Finalmente, el Gobierno central ha desestimado sus alegaciones contra la evidencia de que el cambio que introdujo el Ayuntamiento –pasar de un aparcamiento con plantas subterráneas y una en superficie a una remodelación de lo que ya había- era un cambio sustancial respecto a lo que habían presentado inicialmente.
El Ayuntamiento informaba de este revés, que entierra definitivamente su estrategia, aunque encontraba en el fondo de la sartén algo mínimamente bueno que vender: no tendrá que devolver la parte de los fondos que ya había cobrado y el resto de lo concedido podrá destinarlo a otros proyectos de movilidad, transformación digital y sostenibilidad –paraguas en el que entran muchos conceptos, como las nuevas pantallas señalizadoras de los autobuses–
En el camino, el de El Sardinero es, a la vez, un proyecto que era “una oportunidad para Santander” y un proyecto que “no es una prioridad”: sin fondos, el Ayuntamiento no acometerá el estacionamiento.
Un poco de contexto en estos enlaces: el Ayuntamiento presentó el proyecto, que era una planta subterránea y otra en superficie. Y para ello encargó estudios previos sobre el terreno, que hubo que adjudicar.
Y cuyo conocimiento se demoró en el tiempo, y cuyos resultados el Ayuntamiento nunca hizo públicos.
Pese a no dar nunca en público la cifra, quienes vieron los documentos la situaban en torno a los 30 millones de euros.
Y a raíz de conocerse es cuando el aparcamiento junto al campo del Racing pasó a ser una reordenación de las plazas que ya había, con un reasfaltado que se comía la mitad del presupuesto.
El carácter disuasorio lo encontraba el Consistorio en la cercanía a la parada de autobús del MetroTus, que en cualquier caso estaba ya sin remodelación, y en los puntos de recarga eléctrica y carriles bici, incluso en una pequeña conexión con la S-20.
Pero no había ningún factor que caracteriza a otros disuasorios, como el incremento de las frecuencias de autobuses a través de lanzaderas al centro, o su ubicación en un punto fuerte de entrada a la ciudad como será la zona del Corte Inglés, La Marga, etc… Y, sin la planta subterránea, para menos coches de los que ya había.
Todo con un sistema de pago que el proyecto confirmaba y que el Ayuntamiento nunca quiso confirmar en público, dejándolo siempre en modo reflexión.
El proyecto de aparcamiento en El Sardinero contempla sistemas de pago
Es decir, el resumen era que el PP santanderino quería gastar 4 millones de euros de otras instituciones en un proyecto que no sólo no aportaba nada respecto a lo que había, sino que reducía las plazas y las convertía en de pago sin mejorar el transporte público.
Y en el lote de una convocatoria que incluía entre sus epígrafes acelerar la llegada de la zona de bajas emisiones que la Ley indicaba para hace más de un año.
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