“Si van a quitar árboles va a dejar de ser un parque”
El parque de la Marga está abandonado, huele mal, los vecinos perciben inseguridad y las asociaciones de la zona llevan tiempo pidiendo una remodelación.
En ese aspecto coincide todo el mundo que vive en la zona de Castilla-Marqués de la Hermida. La polémica ha surgido a través del anuncio del Ayuntamiento de Santander, en el que Iñigo de la Serna presentó el pasado 5 de enero el proyecto del paisajista David Añibarro.
Este proyecto tendrá un coste de 480.000 euros y supondrá la eliminación o traslado de gran parte del arbolado del parque, que será sustituido por otras especies de menor crecimiento. Además, constará de una zona infantil mayor, nuevos espacios estanciales y un estanque renovado.
Ha sido la Asociación para la Defensa de los Recursos Naturales de Cantabria, ARCA, quienes han salido al paso, movilizando a algunos vecinos. El tema que les preocupa es la cuestión del talado de árboles, y si es cierto que serán trasladados a otras zonas, y a dónde.
Carlos García, vicepresidente de la Asociación, ha hablado con nosotros para denunciar la política de “embaldosamiento” que se está cometiendo en esta segunda legislatura de Iñigo de la Serna. Y es que en los últimos grandes proyectos urbanísticos en la capital se ha centrado en el hormigón, recortando mucho paisaje y cortando árboles “por todos lados, como si fuesen mobiliario urbano”.
Con motivo a este último proyecto, contra la que ya se han conseguido más de 700 firmas en una petición de Charge.org, recuerda el modo “despectivo” con el que de la Serna se dirigió a los vecinos del parque de Mendicouague preguntándoles “cuántos arbolitos” querían que les pusieran.
UN APARCAMIENTO SUBTERRÁNEO BAJO UN PARQUE
El parque de Mendicouague tuvo su propia lucha vecinal cuando, en el año 2008, el Consistorio santanderino anunció la construcción de un aparcamiento subterráneo de más de 400 plazas bajo el parque, para así dar salida a los problemas de aparcamiento de la zona.
El parque se había construido en 1998, y un grupo creciente de vecinos se desmarcó de lo que dictaron las directivas de las asociaciones vecinales, que se posicionaron junto al Ayuntamiento; y formaron un colectivo ciudadano, que después se convirtió en la Asociación Cívico Vecinal Parque Mendicouague.
Pese a sus activas protestas y a haber recaudado más de 6.300 firmas en contra del proyecto, el Ayuntamiento se negó a dialogar con ellos y el aparcamiento se construyó de igual modo. Según las últimas noticias de las que disponemos de las 406 plazas construidas, solo 5 fueron concedidas a vecinos de la zona, acabando con el argumento del Consistorio de que era una demanda vecinal la que exigía la construcción del aparcamiento.
“UN ÁRBOL ES UN SER VIVO QUE VA A APORTAR OXÍGENO”
Con el recuerdo de aquel proceso, Carlos García ha insistido en que Iñigo de la Serna no sabe realmente lo que es un árbol. “Un árbol es un ser vivo que puede durar 100 o 200 años y que va a aportar oxígeno, sombra, vida, diversidad y paisaje. No es un banco que le quitas y le pones”.
Ha recordado que las ciudades arboladas “son propias de calidad de vida, de buen nivel económico y social, y son más higiénicas y sanitarias”. Y ha citado como ejemplo ciudades como Londres o Berlín.
También ha destacado que en otras zonas de la ciudad, donde los vecinos tienen un mayor nivel económico y cultural, se han instalado otro tipo de árboles, más autóctonos, como los arces y los robles. “Es en los barrios periféricos donde ponen árboles más pequeños y fáciles de quitar”, ha asegurado.
En el caso del Parque de la Marga ha defendido la posición de los vecinos sobre que necesita una mejora. “El parque está oscuro, huele mal, está abandonado y es inseguro”. Sin embargo, se pregunta qué tipo de ideas tienen al respecto “si es que las tienen”, aparte de “tratar de impresionar al electorado mediantes obras en masa, algo que cada vez está más rechazado”.
VECINOS FAVORABLES AL CAMBIO PERO CON RETICENCIAS
En cuanto a los vecinos de la zona, todos coinciden en la necesidad de una remodelación, aunque a partir de ahí hay opiniones muy diversas. Un vecino, que lleva viviendo en el barrio toda la vida, ha defendido la misma posición que Carlos García cuando ha dicho que “precisamente lo que necesita esta zona es arbolado y zonas verdes”.
Otro vecino, que solía llevar a sus nietos al parque, sí que aprueba el proyecto. “Me parece bien porque está en la entrada de Santander, y porque la gente tiene que ver algo en condiciones, al igual que están haciendo en el puerto. Se tiene que limpiar y hacer algo. Pero sobre todo hay que limpiarlo de maleantes” nos ha dicho en referencia a la cantidad de mendigos que abundan por la zona.
Entre los jóvenes, nos contaba una joven madre que ha crecido jugando en ese parque “y ahora no se puede ir entre el miedo que da porque hay indigentes y porque está abandonado”. También ha recalcado: “Si van a quitar árboles va a dejar de ser un parque”.
En cuanto al aspecto económico hay una cierta polémica por lo elevado de la suma. “Es un gasto innecesario”, asegura esta misma mujer. “Que lo gasten en gente que de verdad lo necesita y el parque que lo dejen en paz, que bastante hicieron con poner la basura. Que cuando hace viento y calor es asqueroso pasar por ahí. Es la entrada de Santander y huele a basura”.
Otros, solo ven en este proyecto una actividad más de campaña electoral de cara a los comicios de mayo. “Parece que como van viniendo las elecciones se quiere hacer todo muy rápidamente. Y creo que se debe más a eso que a la intención de favorecer al barrio, porque lleva muchos años abandonado”, ha asegurado otro vecino.
clara
El nivel de ciudadanía y de gobierno,lo da el grado de respeto al medio ambiente.
la capacidad de priorizar lo impotante,sobre los intereses políticos o personales y la posición consecuente y comprometida de los vecinos.