Las familias del Menéndez Pelayo ponen tiritas al colegio ante la falta de concreción sobre las obras
Las familias del Menéndez Pelayo, en Santander, han puesto tiritas al colegio para evidenciar que esas son de momento las únicas soluciones concretas con las que cuentas desde que aparecieron las grietas en el patio y las instalaciones de este colegio público en el centro de Santander hace cuatro meses.
Es una de las medidas de protesta, articulada a través de la cuenta de Instagram Tiritas, que explica que se propone que el alumnado “cure” con tiritas los diferentes espacios deteriorados del centro, que van más allá del problema puntual del patio: las grietas del patio cubierto, las ventanas antiguas, las puertas, el sistema antiincendios, los baños, el patio y el aula jardín.
Con esta acción, las familias quieren evidenciar que las soluciones provisionales, como el traslado en autobús del alumnado al Polideportivo de Cueto dos días a la semana para realizar Educación Física, no pueden ser una simple “tirita” para tapar los problemas reales del colegio, y exigen un compromiso firme por parte de la Consejería de Educación y del Ayuntamiento de Santander para la ejecución integral de todas las reformas necesarias.
De hecho, esta semana está prevista una reunión de las familias para conocer el estado de las obras y los próximos pasos a seguir. La última información trasladada desde Educación señala que, pese a tener claras algunas de las intervenciones necesarias en el refuerzo del pilar y túneles, aún se necesita más información sobre el origen del agua que afecta a la estructura, para lo que se requiere documentación del Ayuntamiento de Santander y de Aqualia, empresa responsable del agua y alcantarillado en la ciudad.
La competencia es municipal
La documentación pública consultada por El Faradio confirma que el mantenimiento de los colegios es competencia municipal. Mientras que el Gobierno de Cantabria se encarga de la creación de centros y del pago a los docentes, la conservación y mantenimiento de los mismos recaen en los ayuntamientos. Esta responsabilidad queda respaldada por sentencias del Tribunal Supremo que han determinado que corresponde a los municipios asumir estos gastos cuando los centros están en edificios de su titularidad.
Un ejemplo reciente de esta competencia municipal es la inauguración del pabellón polideportivo del colegio Estella, en Peñacastillo, cuyo coste y adjudicación fueron asumidos por el Ayuntamiento de Santander tras una prolongada reivindicación de la comunidad educativa.
El polideportivo del Estella, la instalación ‘levantada’ por la lucha de una comunidad educativa
Asimismo, el Consistorio santanderino ha anunciado en otras ocasiones planes de mejora y humanización de patios escolares, lo que subraya su responsabilidad en el mantenimiento de estos espacios.
No existe un documento que comprometa a Educación
A pesar de que, en un principio, la Consejería de Educación del Gobierno de Cantabria anunció que se haría cargo de las obras, no existe un acuerdo escrito que lo respalde. Esta situación ha sido confirmada por el propio Ayuntamiento en una respuesta por transparencia, en la que admite que solo consta un compromiso de «mutua colaboración» entre ambas administraciones, sin un convenio legal que obligue a Educación a financiar las actuaciones.
No serán obras de emergencia
Si bien los informes técnicos indican que las obras deben realizarse con urgencia para evitar un deterioro mayor del edificio, no se consideran de emergencia. Esta calificación legal habría permitido una tramitación más rápida y con menos requisitos burocráticos.
Los defectos detectados en la estructura del centro pueden considerarse vicios ocultos, por lo que las intervenciones necesarias no son simples trabajos de mantenimiento, sino obras de inversión que afectan a la cimentación y estabilidad del edificio.
Fomento tampoco tiene documentación del proyecto y el Ayuntamiento no facilita su propuesta de reforma
El Ayuntamiento ha solicitado recientemente al Gobierno de Cantabria la renovación del pavimento de los patios y pistas deportivas del colegio por un importe de 122.697 euros. Esta petición fue aprobada por la Junta de Gobierno local en una sesión extraordinaria y urgente pocas semanas después del cierre del patio, pero no fue el único proyecto de reforma de instalaciones educativas abordado en esa reunión.
En este caso, la intención municipal es que el Gobierno de Cantabria asuma el coste de la obra, delegando su ejecución en la Consejería de Fomento. Sin embargo, este departamento no tiene constancia de ningún proyecto en tramitación para el colegio Menéndez Pelayo. Además, el Consistorio no ha facilitado detalles adicionales sobre la reforma propuesta, a pesar de haber sido redactada en sus propios servicios técnicos.
Un problema que va más allá del túnel
La comunidad educativa sigue esperando respuestas y soluciones concretas, mientras el alumnado sigue sin patio ni instalaciones deportivas adecuadas. Además de las grietas que llevaron al cierre del patio y el pabellón, el colegio presenta otras deficiencias significativas. Un informe elaborado tras un simulacro de evacuación en marzo de 2024 reveló que la mayoría de las puertas interiores abren hacia dentro y están en mal estado, dificultando una salida rápida en caso de emergencia. También se ha detectado que la tercera planta del colegio, donde se encuentran aulas, el comedor y el office, cuenta con una única vía de evacuación, lo que incumple las normativas básicas de seguridad.
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