Cartel de la Jornada que se celebrará en el IES Valle del Saja.

Este sábado, 24 de enero, se celebrará en el salón de actos del IES Valle del Saja, en Cabezón de la Sal, una jornada sobre el Tratado de Libre Comercio e Inversión entre Unión Europea y Estados Unidos.

En ella participarán Julio Revuelta, profesor de economía de la Universidad de Cantabria (UC); Isabel Bermejo de Ecologistas en Acción; Lola Sánchez, eurodiputada de Podemos; Gregorio Abascal, filósofo y autor del blog Economía Ciudadana; y representantes de la Plataforma Cantabria por lo Público y Sin Recortes.

El acto, que es de acceso y participación libre, tendrá lugar de diez de la mañana a dos de la tarde. Los participantes se pronunciarán contra el Tratado de Libre Comercio Internacional (TTIP), que actualmente está negociándose a puerta cerrada entre EE.UU. y la Unión Europea, e informarán sobre los riesgos que puede conllevar para los países y ciudadanos.

UNA NEGOCIACIÓN SIN COBERTURA MEDIÁTICA

El TTIP es una negociación de acuerdo que se está llevando a cabo, desde 2013, sin mucha cobertura mediática y de forma totalmente opaca, diseñado para que las grandes multinacionales cuenten con el poder suficiente como para que sus intereses primen por encima de derechos civiles, ambientes y sociales.

La aprobación del TTIP supondrá una gran pérdida de la representación ciudadana, pues limitará a los distintos Estados la aplicación de ciertas leyes políticas que sean distintas a los enunciados neoliberables recogidos en acuerdo.

Las empresas podrán demandar al Gobierno siempre que consideren que la aprobación de alguna ley puede suponer un perjuicio para sus intereses económicos. Cuestiones como la que ocurrió en Egipto con la empresa Veolia podrían ser plato de cada día con su aprobación.

Y es que la empresa francesa denunció al país africano ante el CIADI, organismo dependiente del Banco Mundial, por la elevación del salario mínimo en 31 €, alegando que esta decisión afectaba al equilibrio económico del contrato de basuras que tenía en la ciudad de Alejandría.

Para el ciudadano medio europeo el riesgo es mayor, ya que podría suponer adoptar ciertas medidas impuestas por EEUU. Este país solo ha suscrito 2 de los 8 Convenios Fundamentales de la OIT (Organización Mundial del Trabajo), por lo que imponer sus reglas podría suponer perder derechos laborales como la limitación al derecho sindical, riesgo de rebaja salario o una privatización masiva de servicios públicos.

EL GOBIERNO SE PREOCUPA POR LAS DENOMINACIONES DE ORIGEN

Este mes de enero la Unión Europea está perfilando el futuro Consejo de Cooperación Reguladora (RCB), que es una de las herramientas incluidas en estas negociaciones. Por parte de España, la negociación depende del secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, cuyo nombre ha resonado en los últimos meses al conocerse su cercanía con el polémico Francisco Nicolás Gómez Iglesias, más conocido como ‘el pequeño Nicolás’. Se desconoce qué postura tomará el Gobierno español en este acuerdo.

Sí se sabe su opinión en cuanto a la posición de las denominaciones de origen. Y es que desde varios gobiernos europeos, como el alemán o el francés, han trasladado su insistencia porque las indicaciones geográficas de los productos consten en los acuerdos económicos internacionales, y su preocupación en caso de adquirir las leyes estadounidenses al respecto.

Y es que desde la Comisión Europea se ha conocido que Estados Unidos no protege las indicaciones geográficas que proceden de la UE, especialmente las que tienen que ver con productos alimentarios, permitiendo a sus productores utilizar las denominaciones en sus mercados. Por ese motivo no es raro encontrar allí un vino Jerez de California o un Oporto de Oregón.