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La Memoria incorpora a Argelès-sur-mer, el lugar del campo de concentración donde estuvo Eulalio Ferrer
El Gobierno de España ha incluido este homenaje en la lista de eventos para conmemorar los 50 años del final de la dictadura franquista. Ha querido reconocer y recordar a los miles de exiliados españoles durante la Guerra Civil que pasaron por el campo de concentración de esta localidad francesa, cercana a la frontera con España en su vertiente mediterránea.
Se ha colocado un monolito en la playa de Argelès-sur-mer para distinguirla como un Lugar de Memoria y también se ha realizado una ofrenda floral. Han participado Jacqueline Payrot, de la asociación de Hijos e Hijas de Republicanos Españoles y Niños del Exilio (FFREEE), Fernando Martinez, secretario de Estado de Memoria Democrática, y Antoine Parra, alcalde del municipio.
Fernando Martínez ha recordado que “entre 1939 y 1940 más de 80.000 españoles republicanos, militares y civiles, fueron internados en este campo que se encontraba en la misma playa de Argelès-sur-Mer en unas circunstancias muy difíciles y complicadas. Fueron españoles que combatieron contra el fascismo en España y que, pocos meses después, lo hicieron contra el nazismo en Europa”.
Entre los internados se encontró el cántabro Eulalio Ferrer, que más tarde se convertiría en un reconocido empresario y promotor cultural en México. En el campo de Argelès, Ferrer encontró consuelo en la lectura de ‘Don Quijote de la Mancha’, un ejemplar que intercambió por una lata de sardinas y que se convirtió en su refugio moral en medio de la desesperanza, encontrando incluso paralelismos entre los personajes del libro de Cervantes y los compañeros presos.
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Tras su paso por el campo de concentración, Eulalio Ferrer fue trasladado a diversos centros de internamiento en Francia antes de poder embarcarse rumbo a México, donde se estableció definitivamente. En tierras mexicanas, se convirtió en un exitoso empresario de la comunicación y fundó la Fundación Cervantina, dedicada a la preservación y difusión del legado de Miguel de Cervantes.
Ferrer también colaboró con diversas iniciativas en favor de la memoria histórica del exilio republicano, promoviendo la investigación y el reconocimiento de la tragedia vivida por los refugiados españoles, además del premio internacional Menéndez Pelayo de la UIMP, creado por él, y distintas acciones de apoyo a sus paisanos cántabros. Una asociación de jubilados en Santander lleva su nombre, así como una calle en la capital.
El campo y la memoria del exilio también han sido reflejados en la obra literaria ‘Las hogueras del Pertús’, una novela gráfica de Alberto Vázquez que documenta el drama de los refugiados republicanos en territorio francés. En ella se recogen testimonios, ilustraciones y documentos históricos que muestran el sufrimiento de quienes cruzaron los Pirineos en busca de libertad y encontraron el encierro y la miseria.
La delegada del Gobierno en Cantabria, Eugenia Gómez de Diego, ha dicho que este «es un día de profunda emoción y justicia histórica», por ser «un acto de dignidad y reparación para quienes, como Eulalio Ferrer, vivieron el exilio en condiciones inhumanas tras la Guerra Civil Española».
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De Diego ha querido expresar también que «Ferrer, como tantos otros, convirtió el dolor en creación, la desesperanza en cultura y el exilio en un puente entre pueblos. Su trayectoria en México es el mejor testimonio de que la memoria no es solo recuerdo, sino también futuro».
El acto de hoy, es para la delegada del Gobierno «una victoria de la verdad frente al olvido. Es reflejo del compromiso del Gobierno de España con la memoria democrática y una advertencia de que el exilio y la represión no pueden repetirse». Además, ha señalado la importancia de reconocer a quienes defendieron la democracia y la necesidad de «enseñar nuestra historia para que las futuras generaciones nunca vuelvan a vivir el horror del exilio forzado».
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Un Lugar de Memoria es un espacio que ha sido reconocido oficialmente por su relevancia histórica en la memoria colectiva de un país. Estos lugares suelen estar vinculados a hechos de especial importancia en la historia de los derechos humanos, conflictos políticos o dictaduras. Su declaración busca preservar la memoria de lo sucedido, rendir homenaje a las víctimas y concienciar a las futuras generaciones sobre la importancia de los valores democráticos y la justicia histórica.
En este caso, el campo de concentración de Argelès-sur-Mer fue establecido en febrero de 1939 para albergar a los refugiados republicanos que huían del avance franquista, fundamentalmente en Catañuña. En su momento de mayor ocupación, llegó a concentrar a más de 100.000 personas, forzadas a vivir en condiciones de extrema precariedad, sin refugios adecuados y expuestas a enfermedades y al hambre.
El Mémorial du Camp d’Argelès, situado en la Avenida de la Liberación de la localidad, es hoy un espacio dedicado a la divulgación de la historia de los refugiados españoles y de otros colectivos que sufrieron la represión.
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Homenaje este domingo a Antonio Machado
Muy cerca de Argelès-sur-mer está la localidad de Colliure, donde falleció una de las grandes figuras de la literatura hispana el 22 de febrero de 1939, al seguir también el camino del exilio.
Se descubrirá una placa de Lugar de Memoria en la tumba de Machado y también habrá una ofrenda floral, como ha sucedido en el homenaje de hoy. También estará el secretario de Estado de Memoria Democrática, además de Guy Llobet, alclde Colliure, y Jöelle Santa García, presidente Fundación Antonio Machado.
Martínez recuerda la figura de Machado señalando que “en la memoria de todos estaba Federico García Lorca y su terrible final, o el encarcelamiento de Miguel Hernández. El exilio supuso una gran herida en la sociedad española y una pérdida irreparable de talento. Fueron miles los docentes, intelectuales, arquitectos, mecánicos, artistas, enfermeras o poetas que, como Antonio Machado, tuvieron que dejar su tierra para poder salvar sus vidas”.