Amparo, ingresada
Amparo Pérez, la vecina de Santander cuya finca en la Vaguada de Las Llamas será expropiada este jueves para levantar un vial que conecte la S-20 con el centro de la ciudad, pasará esta noche ya en planta, después de haber permanecido las últimas horas en una unidad de vigilancia en Urgencias de Valdecilla tras sufrir una insuficiencia respiratoria.
La anciana ha sufrido un empeoramiento de su salud esta mañana, por lo que ha acudido a urgencias, donde se la ha sometido a todo tipo de pruebas, según han contado a EL FARADIO desde la familia, que añade que ahora sigue encontrándose mal, muy nerviosa y sin apetito.
Ha sido por la mañana, en torno a las 10, cuando Amparo ya se encontraba muy mal. «Se ahogaba, estaba muy nerviosa, no puede con todo…», explica su nieto Marco.
Así que llamaron a la ambulancia para que la trasladara a urgencias de Valdecilla, en donde la han realizado pruebas de oxígeno y placas, entre otras.
Su delicado estado de salud se ha resentido en los últimos días: su ánimo estaba más tocado desde la comunicación del desalojo y en las últimas horas se ha agravado.
De forma paralela, los colectivos que la apoyan convocan a una acción para frenar la expropiación, que será este jueves. La convocatoria será a las 7 de la mañana.
El PSOE de Santander ha solicitado que, a la luz de estas circunstancias, se aplaze la fecha del desalojo.
EL INFORME MÉDICO
Un informe de su médico de cabecera ya advertía de su frágil estado de salud y de los efectos en ella de un cambio de hábitat.
Lo que decía el informe es que Amparo, de 86 años de edad, sufre dolencias como diabetes, hipertensión, insuficiencia renal o respiratoria o hernia de hiato.
A lo que añadía que, al ser una paciente de “avanzada edad”, los factores biopsicosociales (es decir, todo lo que afecte a su entorno) le pueden perjudicar “con facilidad” a la salud.
Estos agravamientos se traducirían en males como trastornos emocionales: estrés, ansiedad, depresión….
Es más, el médico señalaba que los “cambios de hábitat” le provocarían una “desorientación temporal-espacial” que puede ser irreversible, y por tanto, agravar su estado de salud, “ya de por sí frágil” tanto por la edad como por las enfermedades que padece.
Como cambios de hábitat citaba factores como ingresos hospitalarios o cambios de domicilio, que es precisamente a lo que se enfrenta con la expropiación.
REUNIÓN CON EL ALCALDE
Amparo y su familia se reunían ayer con el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, en un clima mejor que el que venían manteniendo desde el Ayuntamiento, que le ofreció distintas alternativas (desde incluirla en próximos sorteos de VPO a ayudarle a buscar –que no a pagar– una vivienda en la zona), que, no obstante, no excluyen la expropiación, algo que según De la Serna no puede hacerse por motivos legales.
(HABRÁ AMPLIACIÓN)
maria jose
Esto es una vergüenza a una señora de tan avanzada edad no se la puede hacer pasar por esto.
Jose
¡Hay que ser más humano, Iñigo! no todo en la vida es construir y construir….ésto te va a pasar factura a nivel electoral y lo sabes, por mucho que intentases un lavado de cara ayer….