El alcalde de Santander, Íñigo de la Serna,ha arremetido contra la “plataformitis” que a su juicio se está viviendo en la ciudad y que cree que se incrementará ante la cercanía de la campaña electoral.

De la Serna se refería expresamente a la plataforma Amigos de La Marga, constituida ante la preocupación porque el proyecto de reforma del parque de La Marga perjudique a los árboles (y que se suma a otros colectivos como la que lucha contra las expropiaciones en el Prado San Roque y Río de la Pila, o la que advierte de los excesos constructivos en la senda costera, aparte de la creada para apoyar a Amparo Pérez, la vecina de Santander afectada por una expropiación de su finca para construir un vial en Las Llamas).

El alcalde ha negado que se vayan a talar árboles, por lo que ha cuestionado la propia existencia de la plataforma, que será recibida próximamente por la concejala de Medio Ambiente, María Tejerina.

Y además ha añadido que los miembros de esa plataforma, la de La Marga, son los de todas las plataformas, y que sólo ha reconocido entre sus componentes a un vecino del barrio Castilla-Hermida.

EL ANTECEDENTE DE MENDICOUAGUE

Es el mismo argumento (el de deslegitimar a quienes protestan por no ser vecinos de la zona) que se utilizó ya la legislatura pasada con los colectivos críticos con la actuación en el parque Mendicouague, en General Dávila.

Allí se iba a construir un parking subterráneo (cuyas plazas finalmente sólo pidieron cinco vecinos) y había ciudadanos que temían que las obras afectaran al parque y los árboles.

Se realizaron varias acciones, entre ellas una recogida de firmas que el regidor descalificó alegando que, al comprobar los datos (sólo iban nombre y apellidos y DNI) la mayoría de los firmantes no residían en la zona.

EL PROYECTO Y LAS CRÍTICAS

Mientras tanto, la plataforma continúa con sus pasos frente al proyecto, que pasan por una visita guiada el domingo de la mano de un experto para conocer la riqueza del parque, así como una convocatoria abierta, el próximo martes, a otros colectivos y movimientos sociales de Santander para involucrarles en la defensa del parque.

A las críticas se sumaba ayer el PSOE de Santander, a quien respondía la concejala de Medio Ambiente, María Tejerina, que dio de paso algunos detalles sobre el proyecto.

El Parque de La Marga

Según detallaba, la reforma contempla no sólo la conservación de los 269 árboles que existen en el parque, sino la plantación de otros 75, así como de arbustos.

Y explicaba que no habrá talas, sino que se trasladarán algunos ejemplares por las enfermedades que padecen, extremo que, según la plataforma, ha negado un responsable municipal del servicio de Parques y Jardines.

En concreto, un total de 8 árboles -2 pinos, 3 ciruelos y 2 cipreses- serán retirados debido a su mal estado, al presentar deficiencias en el sistema radicular, pudriciones y presencia de hongos, y serán plantados en el vivero municipal donde serán tratados, afirmo la concejala.

Tejerina también se refirió al trasplante de 37 ejemplares de catalpas, una especie exótica, procedente de América, que no está incluida dentro de la Estrategia de Conservación de la Biodiversidad Local, caracterizada por su rápido crecimiento lo que ha ocasionado que, al estar muy juntos, algunos ejemplares hayan desarrollado enfermedades como el ‘oidio’, con la consiguiente ataque de plagas como la cochinilla o el pulgón.

De ellas, 26 serán plantadas en el Parque de El Refugio, en El Alisal, para crear en este lugar un nuevo espacio de sombra, mientras que las 11 restantes serán reubicadas dentro del Parque de La Marga.