La familia de Amparo Pérez ha entregado al Ayuntamiento de Santander las llaves de su vivienda en la Vaguada de Las Llamas, objeto de una expropiación ya consumada para levantar un vial que conecte la S-20 con el centro de la ciudad.

Lo han hecho para centrarse en el estado de salud de Amparo, que está muy grave, peor que cuando ingresó en la UCI, tras ingresar ayer en Urgencias.

Para ellos, su salud es prioritaria en estos momentos, y se encuentra entubada y en coma.

No obstante, la PAH mantiene la convocatoria de apoyo de mañana a las 12 en el Ayuntamiento de Santander.

La anciana había sufrido un empeoramiento de su salud ayer por la mañana, por lo acudió a urgencias, donde quedó ingresada en observación. Anoche fue trasladada a planta, y según informaba su familia seguía encontrándose muy nerviosa y sin apetito.

Su delicado estado de salud se había resentido en los últimos días: su ánimo estaba más tocado desde la comunicación del desalojo y en las últimas horas se ha agravado.

Alrededor de cuarenta personas han acudido a la llamada de la Plataforma en Defensa de la anciana, pese al intenso frío y la lluvia.

Unas cuarenta personas se han reunido en su casa, desafiando al frío y a la lluvia, entorno a las siete de la mañana para tratar de impedir la expropiación, que está prevista para hoy.

Activistas de la PAH, miembros de las Conglomeradas y un numeroso grupo de estudiantes forman el perfil de los manifestantes que han acudido a la cita que convocó la plataforma #AmparoNoEstaSola.

En torno a las 9:40 de la mañana, tras casi tres horas de espera, se ha levantado la protesta al entender que no aparecería nadie.

El Ayuntamiento de Santander ha mostrado su apoyo a la familia, con quien ha contactado, y ha asegurado que la recuperación de Amparo es la única prioridad en este momento.

EL INFORME MÉDICO

Un informe de su médico de cabecera ya advertía de su frágil estado de salud y de los efectos en ella de un cambio de hábitat.

Lo que decía el informe es que Amparo, de 86 años de edad, sufre dolencias como diabetes, hipertensión, insuficiencia renal o respiratoria o hernia de hiato.

A lo que añadía que, al ser una paciente de “avanzada edad”, los factores biopsicosociales (es decir, todo lo que afecte a su entorno) le pueden perjudicar “con facilidad” a la salud.

Estos agravamientos se traducirían en males como trastornos emocionales: estrés, ansiedad, depresión….

Es más, el médico señalaba que los “cambios de hábitat” le provocarían una “desorientación temporal-espacial” que puede ser irreversible, y por tanto, agravar su estado de salud, “ya de por sí frágil” tanto por la edad como por las enfermedades que padece.

Como cambios de hábitat citaba factores como ingresos hospitalarios o cambios de domicilio, que es precisamente a lo que se enfrenta con la expropiación.

REUNIÓN CON EL ALCALDE

Amparo y su familia se reunían el martes con el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, en un clima mejor que el que venían manteniendo desde el Ayuntamiento, que le ofreció distintas alternativas (desde incluirla en próximos sorteos de VPO a ayudarle a buscar –que no a pagar– una vivienda en la zona),  que, no obstante, no excluyen la expropiación, algo que según De la Serna no puede hacerse por motivos legales.

(HABRÁ AMPLIACIÓN)