El intenso movimiento asociativo que ha surgido en Santander en los últimos meses, inspirado en buena parte en la lucha de Amparo Pérez contra la expropiación de su finca, ha dado un paso más y se ha conectado, literalmente.

Esta misma semana se ha lanzado lo que sus impulsores denominan ‘Radio Patio Santander’, una página Web con un canal de podcast que se distribuye a través de redes sociales y que tiene como uno de sus principales objetivos canalizar la agenda de estos nuevos colectivos.

Simulación del funicular del Río de la Pila con una pancarta, difundida en redes sociales por la plataforma

Una agenda que lo cierto es que se viene presentando intensa ya desde las pasadas semanas, y en la que se cruzan reuniones con acciones de protesta.

Sin ir más lejos, este miércoles a las siete de la tarde hay una convocatoria en la asociación de vecinos de Los Arenales, en Castilla-Hermida, en la que representantes municipales presentarán el proyecto de reforma del Parque de La Marga.

Se presenta en una de las asociaciones que apoyan los planes del Ayuntamiento, pero desde la plataforma de Amigos de La Marga se está difundiendo la convocatoria con el objetivo de incentivar la participación.

El jueves lo que hay es una reunión sobre la senda costera entre Cabo Mayor y la Virgen del Mar, el proyecto que despertó la alarma vecinal por los trabajos excesivos, y del que se está pendiente de su reformulación.

Será a las ocho en el Hogar San Pablo, junto al local de la asociación de vecinos, y la idea es invitar a otros colectivos y asociaciones de Santander para que sepan los detalles del proyecto y se puedan involucrar así en la lucha.

La Asamblea en Defensa de la Senda Costera se reunió la semana pasada con la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria, dentro de una ronda de contactos con instituciones implicadas en el proyecto. La próxima, el 23F, será con la Demarcación de Costas, del Gobierno central, de quien dependen las obras.

De forma paralela, en el Prado San Roque y el Río de la Pila han pedido de forma oficial al Ayuntamiento de Santander  que arbitre un cauce de diálogo con ellos para abordar los planes para el barrio.

Se lo piden expresamente a los departamentos de Urbanismo, y también de Servicios Sociales.

Y lo hacen después de que se hayan ejecutado una serie de obras de mejora en el barrio, que consideran insuficientes y que, además, recuerdan, no afectan a lo que es el fondo del problema, las expropiaciones que habrá en el Prado San Roque y el Río de la Pila como consecuencia de nuevos proyectos urbanísticos.

INSPIRADOS EN AMPARO

Aunque la primera de las citas es este miércoles a las ocho de la mañana, en la zona del futuro vial de la S-20, el que ya están conociendo como el vial de Amparo Pérez,  y será precisamente como homenaje a esta vecina de Santander fallecida el pasado domingo tras meses de lucha contra la expropiación de su finca, ya consumada.

Todos estos nuevos colectivos han reconocido abiertamente haberse inspirado en la causa de Amparo, y estos días le han dirigido mensajes de apoyo y reconocimiento tras su muerte este fin de semana.

Así, desde la senda costera le desean que “encuentre la senda de la felicidad”, en el Prado San Roque ensalzan que ha sido un “gran ejemplo para todos”.

DERIVADA POLÍTICA

El caso va camino de tener una derivada política: este mismo martes la exdiputada regionalista Conchi Solanas, ahora integrada en Compromiso por Cantabria, pedía explicaciones al alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, por su gestión de un conflicto en el que se ha mostrado, lamentable, “inflexible, rígido y sin sensibilidad”.

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En la misma línea, José Ramón Blanco, el recién elegido secretario general de Podemos en Cantabria (y que fue portavoz de la PAH de Santander, colectivo que apoyó a Amparo desde el principio), calificaba de “vergüenza” el comunicado lanzado por el PP de Santander ayer mismo en el que aseguraba querer situar a las personas y las políticas sociales en el centro de sus políticas.

Y Miguel Saro, candidato a la Alcaldía por Izquierda Unida, veía en lo sucedido un símbolo de la política urbanística que se ha seguido en la capital cántabra y de la “expulsión de las clases populares del centro de la ciudad hacia la periferia” así como del” afán de beneficiar a los especuladores urbanísticos” en la ciudad, tal y como afirmaba durante la tertulia de Buenas Tardes Cantabria.