«Lo que a veces se consideran las pequeñas cosas [de la vida], las intrascendentes, esas son las importantes».

Quizá esta frase, que ayer pronunció Isabel Alba Rico en Librería Gil, resuma la esencia de su tercera novela, ‘65% agua’ (Cambalache, 2014), esa frase podría estamparse en la faja que abrazase su libro y sirviera de reclamo al lector. La historia creada por Alba Rico se centra en esas pequeñas decisiones que a veces se escurren de la memoria, pero que acaban por «repercutir» en el presente y el futuro de quien las toma, de Elisa y Andrés en este caso. «Los personajes, a veces, no son conscientes de las ataduras del pasado», explicó la autora, y de las consecuencias ineludibles que estas tienen en su vida posterior.

Portada del nuevo libro de Isabel Alba.

Alba Rico presentó su novela en Santander acompañada por Noelia Palacio, miembro del colectivo Cambalache, «un proyecto social y autogestionado» nacido en Oviedo hace 13 años.

Palacio se encargó de trazar el perfil de esta escritora, guionista y fotógrafa, autora de ensayos de temática audiovisual y de otras dos novelas: ‘Baby Spot’ (2003) y ‘La verdadera historia de Matías Bran’ (2011). Esta última gira en torno a la revolución húngara de principios del siglo XX y es el primer volumen de una trilogía en la que sigue trabajando.

Precisamente, Alba Rico escribió ‘65% agua’ en paralelo a ‘La verdadera historia…’, y ese texto que ahora presenta por España se convirtió en un refugio.

«Es mi novela más personal», explicó ayer, la novela a la que «recurría» cuando se atascaba con la otra o cuando quería sentirse a gusto. Ha tardado nueve años en cerrarla. «Creo que por eso no la terminaba, porque la necesitaba».

El caso es que Eduardo Romero, de Cambalache Editora, le «arrebató» un buen día la historia y ‘65% agua’ se publicó. El relato se completa con fotografías de la autora («nubes, lluvia, tejados, edificios, tendidos eléctricos…»), porque «son dos formas distintas y complementarias de acercarse a las cosas», y con una especial composición de cada página, que Alba Rico, según explicó ayer, trata de cuidar al máximo.

La historia se centra en el peso de las decisiones, de algún modo para poner en valor que ninguna acción queda sin consecuencia en el tiempo, aunque nos hayamos olvidado de ella. Alba Rico señaló que cualquier cosa que hacemos, cada decisión, además de convertirse en un posicionamiento ético, «repercute en todos. (…) Lo personal repercute en lo colectivo» y viceversa.

Isabel Alba, la autora

La novela presenta una estructura narrativa «fragmentada», y esta forma de hacer responde a su «manera de ver la realidad» y a su afán por buscar la relación entre acontecimientos, personales o colectivos, separados en el tiempo. También tiene algo que ver con su faceta de guionista, de creadora en el campo audiovisual. Alba Rico, entre otros proyectos, participó en ‘La bola de cristal’, de la que su madre, Lolo Rico, fue directora.

Por otro lado, en la presentación, que Noelia Palacio planteó como un diálogo, se habló de la posible dimensión feminista de su literatura. Palacio le preguntó sobre ello, y la autora, a quien no le convencen las etiquetas, explicó que, si bien no busca hablar específicamente de las mujeres, estas se imponen en el relato. «Somos las eternas olvidadas». En ‘65% agua’, hay personajes masculinos y femeninos, pero al final «se imponen» las decisiones de las mujeres.