El periodismo: el gatito sin uñas peleando por la hegemonía
Las peores profecías del periodismo ya se han cumplido: a costa de estar tanto con el poder, los medios ya no son el cuarto poder y se han convertido en un “gatito sin uñas”, incapaz de cumplir con su función.
El aviso lo lanzaba Arsenio Escolar, director del diario online 20 minutos, en la inauguración del XVI Congreso de Periodismo Digital, que se celebra en Huesca, que reunirá este jueves y viernes en la ciudad aragonesa a nombres como Soledad Gallego-Díaz, Pedro J.Ramíez o Javier Gallego, entre otros.
En sus 20 minutos de discurso, Escolar (Escolar padre) hizo realidad el cartel diseñado por Paco Roca (Premio Nacional de Comic, autor de delicias como Arrugas, El invierno del dibujante o Los surcos del azar) en el que un dedo digital, valga la redundancia, le mete el dedo en el ojo a un hombre trajeado rodeado de micrófonos.
Lo fácil, más en ese auditorio, hubiera sido criticar a la clase política, pero da la impresión de que Arsenio Escolar es un periodista que ha tenido muchas ocasiones de ser cómodo, convencional, y las ha rechazado.
Así que se ha dedicado a meter el dedo en el ojo a ‘la profesión’, a los propios periodistas, a los que increpa, incluyéndose, por dónde estaban cuando parecía que todo iba bien.
En el paisaje después de la batalla de la crisis, tiempos de exigencia social de transparencia, liderada por los medios, para evitar las acusaciones de “cinismo”, Escolar planteaba una serie de “dedos en el ojo” en esa línea, que abordan temas como la opacidad en la publicidad institucional y en los viajes de los medios, hasta la importancia de las rectificaciones con la misma dimensión con el error, la negativa a las ruedas de prensa sin preguntas y, sobre todo, el cuidado a la que es la principal herramienta de trabajo del periodista, el lenguaje.
QUIÉN DEFINE LA AGENDA
Los medios ya no son lo que eran, y aunque en el Congreso late el optimismo de que son los nuevos medios los que están consiguiendo crear empleo, se sigue con la sensación de que algo está cambiando y no se sabe a dónde va.
De todos modos, los medios nunca fueron lo que fueron. Está el tema de la agenda: más qué decir a la gente lo que tiene que pensar, el éxito más real es definir los temas sobre los que hay que pensar, es decir, situar temas en la agenda, en el debate.
En este sentido, Arsenio Escolar ponía un ejemplo: llamaba la atención sobre el incumplimiento del criterio constitucional de la igualdad de los ciudadanos, y se preguntaba por qué ese incumplimiento no había protagonizado páginas en los mismos medios que han montado “escandaleras” por otros.
En España nos pasamos años hablando del estatuto catalán, y en Cantabria de la alta velocidad, porque los periodistas se echaron a un lado y decidieron delegar la fijación de la agenda en otros.
Es algo que, os confesamos, en EL FARADIO nos saca de quicio y por eso decidimos hace ya dos años que había que hablar de otros temas y que eso lo decidiríamos nosotros, tras escuchar con atención lo que se cuece en la calle y lo que demandan nuestros socios. A veces se trata simplemente de darle una vuelta de tuerca al debate del día.
¿Hablamos sobre industria o mejor sobre el uso de fondos públicos en aventuras y rescates industriales?
El poco peso de los medios más tradicionales a la hora de fijar la agenda (es un tema sobre el que hay distintas visiones) lo ha abordado también el director de Público, Carlos Enrique Bayo Falcón, quien ponía como ejemplo el caso de Podemos y su invisibilización en la prensa antes de las europeas, con unos resultados que demostraron el escaso efecto de esa desaparición.
Algo está cambiando por ahí, con la primacía de las redes sociales y el peso de la televisión, pero con el riesgo de seguir sin ser los medios los que marquen la agenda de temas.
Desde el otro lado del Atlántico, donde hay toda una explosión de medios pequeños y diferentes desafiando todo tipo de estatus, el santanderino Enrique Naveda, cofundador del diario digital guatamalteco Plaza Pública, hablaba de como ellos están tratando de “redirigir la atención”, establecer “nuevos marcos” y “ampliar el foco”, en una batalla tan apasionante como difícil frente a lo más tradicional, la alianza con poderes económicos y políticos a la que aludía Esteban Hernández, de El Confidencial. Pero eso no quiere decir que al final el gato no consiga dominar el ovillo.