Vamos a suponer que habéis tenido una Semana Santa superintensa y aprovechando el solete y el buen tiempo, hasta habéis hecho nudismo en alguna cala maravillosa y aislada, o puede que os hayáis instalado en Vera, ese pueblo de Almería sin complejos.

Playa nudista

Imaginad que estáis allí, y de repente uno de los nudistas empieza a señalar defectos de los otros cuerpos.

“¡Mira que caídas las tiene!” “Ahí va, qué pequeña”.

Y que de repente, el susodicho, al responder y mirar, cae en que quien lo dice no es precisamente un adonis, y contraataca apuntando a ese tatuaje que ha perdido su forma porque te lo hiciste cuando eras más delgado, o aconsejando ‘recortes’ capilares a los bañistas.

Pues eso es lo que está pasando en el debate público cántabro entre los partidos políticos.

JUGAR AL JUEGO QUE CRITICAS

Lo hemos visto la semana pasada y durante el puente: el Partido Popular advertía de la división interna del PRC (con la marcha de alcaldes como el de Guriezo al partido de los ex Paco Sierra y Conchi Solanas o la fuga de 200 militantes en Castro, contrariados por la Operación Anchoa).

Y, ya desatado y bien seguro de sus atributos, se cebaba con la división interna de los demás partidos, con lo gordos que veía a un PSOE o a un Podemos que ha demostrado que claro que sí se puede entrar por la puerta grande al mundo de las convulsiones internas (tres dimisiones de secretarios generales locales tras el conflicto de las primarias) al que también empiezan a jugar UPYD y Ciudadanos.

Con toda naturalidad

En un extraño giro de los acontecimientos, la mejor respuesta se la dio la realidad, en una Semana Santa en la que los líderes nacionales del PP han encargado a sus subalternos que durante sus vacaciones se pelearan entre sí a calzón quitado. Castilla La Mancha vs Andalucía, en Los Juegos del Hambre del PP, mientras el resto va optando por renegar de la marca.

Pero de forma más extraña aún, la respuesta a los ataques globales a la oposición, (que se hicieron con más saña contra un PRC que ya no está tan dotado como solía), vino del PSOE cántabro.

Partido que allí, en plena playa, se puso a criticar el juego dos minutos antes de lanzarse a competir. A lo grande. Sugiriendo que algo pasa para que todavía no estén cerradas las listas del PP al Parlamento de Cantabria y al Ayuntamiento de Santander. Que algo hay, seguro. Que es hacer lo que tratabas de criticar, también.

LOS PARTIDOS, AL DESNUDO

En la playa actuar así es romper las normas del nudismo, y en el mundo institucional es, directamente, ser un poco maleducados.

Hubo un tiempo más cortés en que los partidos no hablaban de los problemas de los otros. Pero se quedaron en pelotas y ahora no hacen otra cosa.

Un día en la playa

Está pasando: los partidos tienen tan poco que decir de sí mismos como partido que se centran en hablar de los demás.

Porque dentro de esa confusión entre partido e institución que domina el panorama, sus representantes identifican tanto lo uno con lo otro que cuando hablan de lo bueno de sí mismos, sólo hablan de las políticas desarrolladas en las instituciones.

Pero, en cambio, hablan muy poco de ellos, de unos partidos de los que, en realidad, y pese a esfuerzos muy bienintencionados, hay bien poco que contar. O bien poco que ellos mismos crean que hay que contar en público.

Esa falta de vida ‘pacífica’ en las organizaciones que canalizan la participación democrática es muy sintomática de los problemas de participación en la vida pública española.

OCUPANDO LA TOALLA

En la playa, los partidos se estiran y ocupan toda la toalla, hasta el punto de que no nos dejan hueco y nos tenemos que salir. Intentan absorber (acallar, comprar, silenciar… tenemos un idioma muy rico) asociaciones, patronales, sindicatos… invitándoles a tomar algo al chiringuito, o castigándoles con no hacerlo…

Y con ese juego de señalar las vergüenzas ocupan el lugar de analistas, periodistas o seguidores de la actualidad, y buscan ya ocupar directamente el espacio del cerebro del votante, al que ven incapaz de llegar por sí mismo a las conclusiones que están a la vista de todos.

Pero tampoco nos hagáis mucho caso, que nosotros en realidad sólo buscábamos una forma de meter fotos de desnudos en EL FARADIO.