En Cabezón no se creen el fin del rescate al sector financiero
El cierre del capítulo del rescate financiero español no significa que se acaben las quejas por los excesos del sector financiero, que a lo largo del último año se ha convertido en uno de los principales catalizadores de las movilizaciones por la situación económica.
Sin ir más lejos, este sábado se movilizará el grupo de afectados de Cabezón de la Sal, bastante activo, con campañas de protestas semanales ante las oficinas de la antigua Caja de este municipio, y en la que es la primera protesta por el sector financiero tras anunciar la salida de España de la situación de rescate financiero.
En este caso, tienen la particularidad de sentirse especialmente molestos por la «presión» que sienten por parte de las Fuerzas de Seguridad del Estado en la zona cada vez que se concentran o desarrollan una de sus frecuentes protestas en la oficina bancaria del municipio.
La manifestación, que cuenta con el apoyo del resto de Plataformas surgidas en la región, se desarrollará este sábado a partir de las doce del mediodía .Partirá del Ayuntamiento para acabar frente a la oficina de la antigua Caja Cantabria.
Eso en Cabezón de la Sal. En Castro Urdiales, la plataforma de afectados (en este caso por Liberbank o Bankia, que integra a la antigua Caja Madrid), lleva toda la semana desarrollando sentadas frente a la oficina de la Caja en el municipio.
AL RESCATE
Las preferentes, un producto financiero vendido como ahorro y que en realidad era un complejo depósito con condiciones más dirigidas a inversores avezados que a particulares con conocimientos medios, fueron una de las primeras señales de los excesos de este sector.
Las participaciones preferentes fueron vendidas por entidades de toda España, entre las que se encuentran, como es el caso de Liberbank (que engloba a la antigua Caja Cantabria), las que recibieron dinero del FROB (el organismo creado para canalizar fondos públicos para la reestructuración de la banca).
El sector de la banca, cuyo estado motivó un rescate sectorial por parte de la Unión Europea, que precisamente se ha dado por finalizado este jueves por el Eurogrupo (los ministros de Economía de la UE).
En total, España ha utilizado 41.300 millones de euros de fondos europeos (de los 100.000 que tuvo a su disposición) para recapitalizar y reestructurar parte del mercado financiero.
El préstamo europeo tiene un tipo de interés del 0,5% y un plazo de devolución de hasta 15 años, y no salió gratis: además de tener que devolverlo, las cifras computan como deuda y llevaban aparejadas otras condiciones, el llamado MOU (Memorándum of Understanding), la guía con las exigencias europeas para recibir el dinero.
Es una hoja de ruta con fuerte contenido político que imponía medidas como el cumplimiento del objetivo de déficit, la subida del IVA, que los preferentistas asumieran las pérdidas, la reforma del mercado laboral y la liberalización de los servicios profesionales
A Liberbank (el banco privado que surgió de la unión de Caja Astur –que tenía ya asumida a Caja Castilla La Mancha–, Caja Extremadura y Caja Cantabria) fueron a parar 124 millones de euros, así como la imposición de salir a bolsa para recapitalizarse, algo para lo que recurrió también a las preferentes, convertidas (canjeadas) en acciones.