Crónicas desde Jazzaldia. Jueves 23
||por FERNANDO CERECEDO desde SAN SEBASTIÁN||
Estar en un concierto de Ray Gelato es como sumergirse en una película de los años 40 (en cualquier momento esperas que Dean Martin pase a tu lado) Gelato es un showman (en el estricto sentido de la palabra), pero es además un buen saxofonista de swing, y sus conciertos siempre son divertidos y enérgicos.
En esta ocasión compartía escenario con la vocalista británica Claire Martin, con la que presentaba “A Swingin’ Affair”, donde Gelato se une al trío de Martin para interpretar standards de ayer, hoy y siempre bajo el prisma del dúo vocal.
Homenajes desde Louis Prima a Jerry Lewis con mucho swing (I love being here with you, Five guys named Moe, Awful loft of coffee in Brazil o Bei mir bist du shön sonaron a todo trapo) sin olvidar un par de blues (Now baby or never de Billie Holiday y Anthropology de Charlie Parker) nos trasladaron desde la Zurriola a cualquier garito de Chicago o Nueva York. Un concierto de fácil digestión para empezar la tarde.
Gregory Porter iba para deportista de élite (becado como atleta -fútbol americano- por la Universidad de San Diego) pero una lesión se cruzó en su camino y le cortó su carrera.
No sabemos lo que se perdió el deporte, pero sí lo que ganó el jazz: un excelente cantante. Ya en el año 2013 actuó en Jazzaldia con un éxito rotundo, y este pasado 2014 su álbum “Liquid Spirit” ha recibido numerosos premios.
Porter une lo que para mí es la quintaesencia de cualquier cantante: una voz espectacular, una técnica vocal fantástica y un gusto a la hora de interpretar soberbio.
Su repertorio se mueve de manera muy natural entre el jazz, el blues y el soul, a los que aporta su sello personal, eso tan difícil de conseguir.
El concierto que cerraba la jornada del jueves estuvo prácticamente entero basado en la grabación mencionada anteriormente, y el cantante estuvo simplemente perfecto, arropado fantásticamente por una banda que supo contextualizar una música eminentemente soul dentro de un festival de Jazz, destacando por encima de todos el trabajo del saxofonista Yohsuke Satoh. Seguro que volvemos a ver a Porter por Jazzaldia dentro de unos años.