Pistoletazo de salida del Santander Music 2015. La sexta edición (en su actual formato) del festival indie santanderino comenzó anoche, con una propuesta, como mínimo, interesante: Black Yaya, Supersubmarina, Carlos Sadness, L.A. y Cycle, con las pinchadas del dj set de Javiera Mena entre concierto y concierto.

La entrada al recinto del festival produce una primera impresión muy positiva: en la zona más pegada al mar, en donde otros años se encontraba exclusivamente la zona VIP, la organización ha ubicado una de las sorpresas de esta edición: una zona de foodtrucks, con diferentes opciones de comida rápida, y un mercadillo con unos cuantos puestos puestos de ropa, complementos, etcétera. Puede parecer algo accesorio, pero se agradece encontrarse dentro del recinto del festival zonas en las que sentarse un rato y poder comer algo que no sea un porción de pizza recalentada a precio, eso sí, de tóner de impresora multifunción HP.

Pero bueno, a lo que íbamos, que aquí hemos venido a hablar de música. Empezó la tarde con una sorpresa muy agradable. Cuando hace un tiempo vi en el cartel a Black Yaya, sinceramente no me vino nada a la cabeza. Hace ya tiempo que intento ir a los conciertos sin pegarme antes un señor atracón de música para poder tararear dos o tres canciones, prefiero catar el concierto sin prejuicios, pero, en esta ocasión, el comienzo del concierto me produjo una sensación rara. Una especie de déjà vu musical.

Aparecen en escena una pareja de señores franceses. Así, a pelo. Guitarra y bajo. Empiezan a tocar. Folk pop íntimo, hecho con muy buen gusto, con mucha sensibilidad. Cálido, envolvente. A ratos se van un poco hacia el rock viejo, la Campa de la Magdalena empieza a oler a música de los 70, a música vieja de la buena. A mitad de concierto llevo ya un rato con el runrún: “Yo conozco a estos señores de algo” “¿Dónde les he visto antes?” “¿Quiénes son?” En ese preciso momento, empiezan a tocar una canción que conozco: My home is nowhere without you. Y ahí se me abre el cielo. Son Herman Düne, un dúo francés que hace unos años se cambió de nombre y se reconvirtió en Black Yaya. Un lujazo para abrir este Santander Music.

Tras esta primera buena impresión y un rato de espera amenizado por el dj set de Javiera Mena, nos preparamos para el siguiente plato. Se nota que los que vienen a continuación son uno de los más esperados del festival, la cantidad de gente ha aumentado notablemente y pasamos de poder ver a los Black Yaya en segunda fila, sin ningún aprieto, a ver a Supersubmarina en vigésima fila, rodeados de gente que canta a gritos las canciones. 

Desde el primer momento quedó claro que la banda salía al escenario con la clara intención de levantar a la gente, y regalarles una ristra de sus himnos de instituto, canciones poperas fáciles, pegadizas hasta la extenuación, repletas de frases de las que escribías en la carpeta del chico que te gustaba en 1ª de BUP. Lo cierto es que el público disfrutó mucho del concierto, nadie dejó de bailar en la hora y cuarto que Supersubmarina estuvo encima del escenario, incluso a pesar de la bola de sonido que salía del escenario y que, a ratos, hacía difícil distinguir si habían cambiado de canción o si, como a veces daba la sensación, llevaban un cuarto de hora estirando incomprensiblemente la misma melodía. Algo descafeinados quizás, y fuera de horario a nuestro parecer, pero la realidad es que el público disfrutó. Quizás nosotros no seamos su target, y nos guste más el puesto K-lamardo que hay en la zona de foodtrucks. Sólo quizás,

Subersubmarina – Santander Music 2015

Nuevo parón, nuevo momento perfecto para ir al baño y aprovechar para comer algo y tomar otra cerveza con la música de los djs de fondo. Y, ya puestos, coger un poco de aire para ir a por el siguiente concierto. Y las sillas de camping. he

Cuando el reloj marcaba exactamente las doce de la noche, era el turno de Carlos Sadness, que ofreció un concierto correcto, pero lineal y sin demasiada chicha. Es el típico artista al que me gusta definir como “Frilor”, ni frío ni calor. Podrías escucharle durante tres horas seguidas, y no acabas de saber si lo hace muy bien o si es un poco pesadete. Dicho lo cual, hay que reseñar que el público también disfrutó mucho viendo su concierto, así que quizá es que el “Frilor” es lo que la muchachada demanda. No me sorprendería demasiado. Nosotros a lo nuestro. Un saludo a Julián, el chico que atiende en K-lamardo.

Carlos Sadness – Santander Music 2015

Hay que apuntar a favor de Carlos Sadness, por otra parte, que el suyo era el último concierto antes de los que, para nosotros, eran los pesos pesados de la noche: L.A.. Así que a estas alturas estábamos ya un poco nerviosetes porque salieran los mallorquines. También en su favor juega el PELAZO que tiene.

Nuevo parón entre concierto y concierto, y esta vez sí, nos volvimos a acercar a las primeras filas para presenciar de cerca la que se venía encima. “Se cae el Molinón”, que decían los comentaristas de fútbol en los 90. Pues eso.

Por fin, empieza el concierto de L.A.. Sale a escena Luis Segura, cantante y guitarrista del grupo. Guitarra acústica en una mano, vozarrón en la otra, inaugura el concierto cantando en solitario, sin hacer mucho ruido, como queriendo llamar la atención del público, pero sin trucos, enseñando lo que hay .

L.A. – Santander Music 2015

A partir de ahí, ya con el resto del grupo sobre el escenario, una palabra viene a la cabeza continuamente, canción tras canción: musicalidad. Se hace inevitable compararlos con los dos grupos que acabamos de ver. Y los que tenemos delante ganan por goleada. Y no sólo a nivel técnico, sino a nivel conceptual. L.A. es un grupo de rock’n roll, pero, ante todo, es un grupo de música. Nada de artificios, nada de posturitas; armonía, melodía y ritmo. Dinamismo musical. Y mucho buen gusto. Así que el concierto se nos pasó volando, entre temas de su último disco y unos pocos rescatados de sus dos discos anteriores (en realidad son tres, pero dos de ellos contienen las mismas canciones, pero grabadas en versión eléctrica y acústica, respectivamente). Y entonces te das cuenta de que todo ha merecido la pena. Los cuatro trozos de pizza recalentada no te pesan. Las tres horas de Supersubmarina + Carlos Sadness no tienen importancia. Qué directo. Qué voz. Qué inglés tan perfecto. No nos cansaremos de verles en directo. Con Hands la Campa se vino abajo. Y éramos miles los que aún sobrevivíamos.

Y otro parón, el último ya de la noche, antes de llegar al postre, Cycle. Cycle no decepcionaron. El cuarteto electro-pop madrileño supo animar al público que quedaba en la Campa de la Magdalena a eso de las tres de la mañana, con sus increíbles melodías Synth-pop y una puesta en escena que era toda una declaración de intenciones: su cabeza, La China Patino, saliendo con un machete en alto, recorriéndose todo el escenario con él. Luces fuera y empezó el espectáculo. Una banda a la que estas horas de la madrugada le sientan bien, y un estilo que el público necesita después de los conciertos de Supersubmarina y Carlos Sadness (este último quizás demasiado tarde. Somos fans de Black Yaya y les hubiésemos querido más tarde, qué pasa)

Cycle – Santander Music 2015

Hoy segunda jornada del Santander Music con nombres como Niños Mutantes, Satellite Stories, La Roux o Is Tropical. Y nosotros vamos ya por el segundo ibuprofeno del día. Nos vemos esta tarde.