“Sabía yo que era un cambio de temporada, estilo y vida, un antes y después”. Eso sintió Sergio, el batería de Estereotypo, en el ‘último’ concierto del grupo en la Sala Black Bird, además de un manojo de nervios por ser “ese el punto de inflexión que tanto deseaba, que era inminente y había que hacerlo”.

Y no es para menos, porque los cambios en el grupo acaban de empezar. Tras la marcha de Fran, el guitarra, y, sobre todo, al constatar los tiempos en los que estamos, había que replantearse la forma de dar “punto y seguido” a la formación.

Por un lado, David nos cuenta que ahora mismo no están “a un nivel de la película para hacer cosas a lo loco”. El día a día de muchos está marcado por el omnipresente ‘don dinero’, y en el caso de muchos músicos, es igual.

Ya no es lo de antes, cuando los gastos de alojamiento, comida, desplazamiento y un largo etcétera corrían a cuenta de las salas donde tocaban. Ahora, económicamente, “es una ruina”, expresa David.

Es cierto también que a Estereotypo no le han faltado bolos, festivales, ni gente que se muevan como locos en sus conciertos, pero no es suficiente, ni para ellos ni para otros muchos grupos. Este es el primer cambio, el que les lleva a plantearse una fórmula “low cost”.

Y por otro lado, el otro motivo, hay que tener en cuenta la marcha de Fran, bajista del grupo. Algo que Sergio y David, prefieren ver como una oportunidad en lugar de como un contratiempo. Y esto es lo que nos lleva al segundo cambio, un “formato flexible”.

De modo que si sumamos “low cost” y “formato flexible”, tenemos el ‘nuevo’ Estereotypo, que incluso cantará alguna canción en español. Su idea es seguir ellos dos de concierto en concierto con el menor gasto posible para “no arruinarse en las salidas”.

Es un formato flexible ampliable en los grandes eventos, en los que se puede llegar a cuatro personas, y por el que cada vez optan más grupos para seguir adelante.

“Es adaptarse a los tiempos, ese es el gran titular”, según Sergio. No son cambios de estilo, son cambios necesario para mantenerse, mientras se alimenta la paciencia hasta que las cosas empiecen a subir.

En resumen, se trata de ser positivos y ver la oportunidad en la adversidad, apretarse el cinturón y sobre todo echarle ganas, sin el más mínimo tembleque. Porque, como ellos mismos dicen, “el miedo hace tiempo que lo perdimos”.

ARENAL SOUND

El camino que les queda por delante es ir de sala en sala, “pico y pala” como ellos dicen, para hacer público y de ahí continuar apareciendo en carteles de festivales, como es el caso del próximo Arenal Sound 2014.

Para ellos estar en este festival, que se celebra en agosto del año que viene, es una gran oportunidad. Ser una de las primeras bandas confirmadas supone para ellos meterse de forma subliminal en la cabeza de la gente y sobre todo, una oportunidad para que les sigamos viendo y escuchando en todas las salas del país con su nuevo estilo, flexibles y ‘low cost’.