Cantabria autoriza aumentar la deuda y subir el gasto
La última reunión del Consejo de Gobierno en la que cada semana los consejeros deciden el destino de los dineros públicos y las inversiones ha revelado por donde van los tiros en la política económica de PRC-PSOE, enfrascados como están en la elaboración de sus primeros presupuestos.
De una tacada, en la misma reunión, celebrada este jueves, el Ejecutivo ha autorizado aumentar el endeudamiento de la comunidad autónoma para este año y el límite de gasto para el que viene.
Todo después de que el propio consejero de Economía Juan José Sota anunciara ayer en el Parlamento que posponía cualquier decisión en política fiscal, es decir, en materia de ingresos, a un futuro cambio en el Gobierno central tras las inminentes elecciones generales de diciembre.
El aumento del endeudamiento se debe a que es necesario para poder acudir a financiación estatal (es decir, a un préstamo que tendrá que devolverse en próximos presupuestos).
Para 2016, las comunidades autónomas tendrían que cumplir un objetivo de déficit del 0,3%, más severo que el de este año 2015. Un ajuste que fuentes consultas por EL FARADIO sitúan en unos 50 millones de euros como mínimo, si es que se cumple el objetivo de este año.
Dado que el Gobierno ha aprobado incrementar el gasto, y que a su vez hace falta este ajuste futuro de 50 millones, eso significa que el Ejecutivo fía el cumplimiento de la estabilidad presupuestaría a un aumento de los ingresos por la recuperación de la actividad económica, toda vez que ya han avanzado que no subirán los impuestos.
O que el Ejecutivo trabaja con un escenario de relajación de las exigencias del Estado en materia de estabilidad presupuestaria.
LOS ACUERDOS
En concreto, el Consejo de Gobierno ha aprobado un proyecto de ley para elevar el límite de endeudamiento que estaba ya establecido en la Ley de Presupuestos de 2015, es decir, los de este mismo año, en 118, 4 millones de euros, hasta un total de 333, 3 millones.
Tal y como explica el Gobierno, la Comunidad Autónoma suscribió en marzo una operación de préstamo con el ICO, por su participación en el Fondo de Financiación Autonómico, que incluye un tramo de 118,4 millones para financiación de déficits anteriores a 2014.
El contrato establece que esa cuantía no puede ser utilizada hasta que no sea aumentado, por el mismo importe, el límite de endeudamiento establecido en la Ley de Presupuestos de 2015.
Y de ahí la necesidad de este proyecto de ley, que será remitido al Parlamento y que establece el nuevo límite legal de incremento del endeudamiento en 2015 en 333.354.000 euros.
La utilización efectiva del nuevo límite de endeudamiento a largo plazo queda supeditada a las necesidades reales de liquidez que precise la Tesorería Regional y al cumplimiento de las condiciones estipuladas en el correspondiente programa del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA).
Además, se aprobó el límite de gasto no financiero para 2016, fijado en poco más de dos millones de euros.
Este límite de gasto supone un ligero incremento, del 0,13 por ciento, respecto al aprobado para el ejercicio de 2015.
Aunque se prevé que el año próximo los ingresos no financieros sean superiores a los del presente año, por el incremento de las entregas a cuenta y una moderada mejora de los ingresos tributarios propios, la disminución del objetivo de estabilidad presupuestaria, el 0,3 frente al 0,7 por ciento, obliga a mantener unos niveles de gastos no financieros muy similares a los de este ejercicio.
ENTRE INFRAESTRUCTURAS Y ELECCIONES
Por lo demás, la política cántabra sigue pendiente de la estatal, ante la inminencia de las elecciones generales, de modo que cualquier tema nacional sirve en bandeja temas para la confrontación partidista.
El último es una mezcla del manoseado tema de las infraestructuras y los desencuentros entre Ayuntamiento de Santander y Gobierno de Cantabria cuando no coinciden los partidos politicos al frente de ambas instituciones (si bien es cierto que cuando coinciden la cosa tampoco va mejor).
En este caso, el presidente Revilla ha entrado en cólera al ver como el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna (con el que supuestamente había entrado en una especie tregua institucional entre mensajes de lealtad) se reunía ayer con la ministra de Fomento, Ana Pastor, para abordar temas de infraestructuras entre los que asomaron cuestiones que iban más allá de Santander y tocaban ya lo autonómico.
Una reunión que sería otra de tantas si no fuera porque justo hoy se reunían con la ministra los consejeros de Industria y de Obras Públicas, Francisco Martín y José María Mazón, por lo que este adelantarse y plantearle temas que debían llevar los responsables oficiales de esas áreas en Cantabria es para Revilla toda una muestra de deslealtad.
Revilla ha logrado así revivir el enfrentamiento que tuvo en su momento con Alvárez Cascos, quien no le invitaba a sus visitas a Cantabria, que, por cierto, quedaban deslucidas por la polémica institucional previa.
Mientras, en Podemos, y con la vista puesta de algún modo en las elecciones, han organizado el sábado en el colegio Cisneros el Foro por el Cambio, un espacio de debate con representantes de la sociedad civil cántabra con mesas sobre economía, energías renovables o medio rural, entre otras.