Hasta 20.000 cántabros sufren privaciones materiales severas
La Vicepresidenta del Gobierno de Cantabria, Eva Díaz Tezanos, ha presentado este lunes las cifras de la Emergencia Social en Cantabria, que son bastante desoladoras. En la región hay más de 160.000 personas en riesgo de pobreza y exclusión; de las cuales 120.000 están por debajo del umbral de la pobreza.
Según los datos, más de 50.000 cántabros están en situación de pobreza energética; 7.000 hogares no se pueden permitir una comida de carne, pollo o pescado cada dos días, con lo que el Gobierno calcula que más de 13.000 habitantes no pueden alimentarse adecuadamente; y 20.000 personas sufren privaciones materiales severas. A esto se le une que 78.000 no tienen capacidad de afrontar gastos imprevistos en sus hogares.
Con estos datos, el Gobierno se ha puesto en marcha. En la materia hay varias medidas propuestas desde los Servicios Sociales en materia de Renta Social Básica y Ayudas de Emergencia Social que se han aprobado ya o que se concretarán en la Ley de Acompañamiento al Presupuesto.
Ahora el Gobierno ha creado una comisión interdepartamental para desarrollar el Plan de Emergencia Social, un plan que era esencial en el acuerdo firmado entre el PRC y Podemos en el que se garantizó la investidura de Miguel Ángel Revilla.
EL GOBIERNO PLANEA PRESENTAR EL PLAN DE EMERGENCIA SOCIAL ANTES DE LAS ELECCIONES GENERALES
Este lunes se ha presentado un primer borrador del Plan de Emergencia Social que desarrollará la comisión interparlamental. Varios departamentos del Ejecutivo se unirán para trabajar en el documento definitivo, que tendrá siete bloques de acción y que se presentará a finales de noviembre, es decir, antes de las elecciones generales.
«De lo que se trata es que esta comisión sea el motor que impulse la elaboración y desarrollo de este Plan de Emergencia Social», ha manifestado Díaz Tezanos, que ha asegurado que su gobierno busca «fundamentalmente ser capaces de dar un vuelco a la situación actual» para «volver a una concepción de los derechos de ciudadanía y no de la beneficiencia o de la caridad».