El mus de San Rafael
Nos habíamos cansado de decir que en la Cantabria sin mayorías absolutas había que hacer un visionado colectivo de la serie danesa Borgen (y sigue siendo vital en lugares como Bezana o Piélagos).
Pero resulta que al final esto se va a parecer más a algo tan castizo y tan nuestro como la optativa más elegida en todas las cafeterías universitarias.
Sí, hablamos de ese juego de mus cuyas normas un servidor tendrá que aprenderse una y otra vez de nuevas cada vez porque la vida es así de dura y la memoria así de frágil y una crónica parlamentaria puede, perfectamente, evocar a Bécquer.
Una proposición no de ley. La veo y enmiendo. Subo tu enmienda y envido. Arrastro y adiós.
En la legislatura transaccional, los cinco grupos juegan una partida a base de enmiendas. Hasta cinco se han debatido hoy en menos de una hora para dos proposiciones distintas.
Lo bueno es que no jugamos al mentiroso, ni a la escoba, en la que para ganar se premiaba el barrer con todo.
Los resultados de las partidas empiezan a ser impredecibles, y así, entre las cosas que hemos visto que no creeriáis está el PP votando una iniciativa de Podemos y destacando que había sido mejorada por el PSOE; o a Podemos y Ciudadanos sacando adelante una moción con el PP con la abstención de PSOE y PRC (dicho de otra forma, la oposición imponiéndose al Gobierno).
Y estamos viendo unanimidades (cierto es que en temas que resultaría difícil rechazar, como la transparencia o la violencia de género, pero en la última década a este cronista le ha faltado ver que se rechazara la paz en el mundo)
“Esta iniciativa no es la que hubiéramos votado todos nosotros uno por uno, pero todos hemos hecho cesiones”, resumía Sáenz de Buruaga.
Estaban más o menos de buenas, haciéndose sus señorías un colectivo Nati Abascal. Incluso el reencuentro tras cuatro años entre Isabel Urrutia y Rosa Valdés fue menos árido de lo que nos tienen acostumbrados.
Ya llegará otra mano, la de los presupuestos. Y correrá la sangre. Pero de momento queremos reforzar las conductas positivas porque últimamente estamos superpaulovianos.
*Transaccional Primera
El diputado del día es Alberto Bolado, uno de los tres parlamentarios de Podemos, de profesión abogado.
Bolado ha hecho historia en San Rafael al ser el primer diputado invidente en la Cámara autonómica.
Nos da todo para muchas metáforas, porque todos los aprendices de progre hemos leído Ensayo sobre la Ceguera, de Saramago (leer al nobel portugués era necesario para entrar en el Olimpo progre en el que, no va a poder ser, no conseguimos entrar).
Pero las mejores las da él, por la naturalidad con la que trata su discapacidad, algo a lo que ya estaban acostumbrados quienes le conocían de antes y le han escuchado alguna vez un “vaya ciego llevo”.
Ya en campaña, se arrancó con el hastag tuitero #hastaunciegolove, para denunciar los recortes en políticas sociales (respondiendo a un reto público de Ignacio Diego un día que se vino arriba).
Y en la sesión de este lunes, cruzaba la “senda de la rectificación” del PP con la “senda de la recuperación” económica que les marcan a fuego en el PP con cada nuevo email de argumentario. “No la veo, yo no la veo”, ironizaba, entre las risas del respetable.
Suya fue, por cierto, la pregunta sobre la accesibilidad para discapacitados de la página Web del Gobierno (y la llamada de atención sobre lo necesario que le resulta para desarrollar su trabajo). Que, por si lo dudabais, tiene un aprobado raspado.
Bolado consiguió arrancar a Rafael de la Sierra, consejero de Presidencia, el compromiso de hacer una auditoría real sobre la accesibilidad Web de sus páginas, incluir ese criterio en los concursos públicos y adoptar propuestas de mejora al respecto en coordinación con colectivos y asociaciones.
*Transaccional Segunda
Para el “ingenioso periodista” aludido, sin nombrar, por el portavoz ‘popular’ Eduardo van den Eynde por su descripción de la pulsión dentro del Gobierno de la secuencia recorte-inversión como “arriquitaun” que no hizo tanta gracia al consejero de Economía. Hay que remontarse a los tiempos del testigo protegido para otra invocación a un periodista desde la tribuna. Esa vez no fue tan elogiosa.