Cecilia Pérez y Leticia Vila representan a Cantabria en el Concurso Nacional de Sumilleres
Dos profesionales pertenecientes a Sumilleres de Cantabria Asociación Cultural representarán a la comunidad autónoma en el Concurso Nacional de Sumilleres ‘León Arena’, que se va a celebrar en León estos días 19, 20 y 21 de octubre.
Se trata de Cecilia Pérez (de Restaurante El Ronquillo, en Ramales de la Victoria) y Leticia Vila (Bodega La Montaña, Santander; Espacio Gastronómico Santa Luzia, Cos-Mazcuerras), “dos profesionales con una gran trayectoria”, en palabras de Alfonso Fraile, presidente de este colectivo.
El Campeonato Mejor Sumiller de España está organizado por la Unión de Asociaciones de Sumilleres de España (UAES), a la que pertenece la agrupación cántabra.
Según Fraile, “pocas personas fuera del entorno profesional y familiar del sumiller conocen la enorme responsabilidad que conlleva este oficio”, en que él mismo señala que hay que cumplir de forma rigurosa una serie de habilidades, como “agradar a un cliente con la destreza del servicio, equilibrar las propuestas gastronómicas con el maridaje acertado, estar al tanto de las tendencias del mercado, de las nuevas creaciones enológicas y espirituosas, sin olvidar el control y la evolución de las clásicas, visitar fábricas, empresas, bodegas, terroirs…”, sin olvidarse de “gestionar nuestras cavas y bodegas para que sean eficientes y rentables”.
Alfonso Fraile ha aplaudido la celebración de este tipo de eventos, puesto que “en un buen profesional de la sumillería el contacto con otros profesionales y la competencia entre ellos deben ser un reto y un estímulo”.
En su opinión, “no existe mejor manera de crecer profesionalmente que poner a prueba nuestros conocimientos y acreditar nuestro saber hacer en aquellas citas con reconocimiento y prestigio nacional e internacional”.
El presidente de Sumilleres de Cantabria Asociación Cultural ha deseado suerte a Cecilia Pérez y Leticia Vila y ha recordado que “los concursos y certámenes de sumillería permiten un intercambio de experiencias y conocimiento con otros profesionales de la misma disciplina” lo que lleva “al crecimiento profesional y, por extensión, redunda en el beneficio del vino, su conocimiento y su buen consumo”.